La NASA dio nada más ni nada menos que 125.000 dólares a la empresa Systems & Materials Research Company para crear un prototipo de sintetizador de alimentos basado en la tecnología de las impresoras 3D, y hará comida para Marte, para alimentar astronautas, y ¿por qué no? aquellos que queden seleccionados del reality show Mars One.
La comida impresa en 3D
La donación de dinero por parte de la NASA se encuentra dentro del programa llamado Small Business Innovation Research, y se plantea desde el punto de vista de la impresión en 3D de alimentos que sirvan para que los astronautas se lleven al espacio, y al mismo tiempo, estén bien nutridos. Lo que se busca es una comida que sea resistente a los viajes de largos recorridos, que podrían llevar hasta 15 años, posibilidad que brindaría esta nueva tecnología.
La pizza es la principal candidata, ya que está compuesta en capas, por lo que requiere que se utilice sólo un cabezal por vez. Primero hace la masa, que al mismo tiempo se va cocinando por una placa calentada en la parte inferior de la impresora. Luego viene la salsa, también en forma inicial de polvo, mezclada con agua y aceite. Por último, se remata con una capa de proteínas.
El prototipo de impresora de la empresa fue una máquina que hacía chocolate, del que existe un video mostrando su funcionamiento. Sin embargo, la idea es que se desarrollen recetas con alimentos diferentes a los que hoy en día utilizamos, como por ejemplo algas, hierbas, semillas de altramuces, porotos lupin, hojas de remolacha o insectos.
Las recetas del futuro
En un futuro, las recetas de cocina van a dejar de ser libros y apuntes y pasarán a ser software: un conjunto de instrucciones que se le darán a la impresora para que sepa qué polvos mezclar con qué líquidos, así como también la proporción.
La compañía considera dejar este software como código abierto, haciendo posible que cada cual ponga sus recetas, o las intercambie con sus conocidos.
Matar el hambre con comida impresa
Los ingenieros mecánicos van más allá de la posible alimentación de la gente en otros planetas, y consideran que este proyecto permitirá en un futuro que cada persona tenga su propio robot en casa, para conseguir de esta forma una alimentación personalizada de acuerdo a sus necesidades -personas mayores, niños, embarazadas, personas con enfermedades o alergias- basada en cartuchos y aceites.
De esta forma también se acabaría el desperdicio de la comida, ya que estos cartuchos con proteínas, vitaminas o hidratos de carbono, pueden durar hasta 30 años sin perder sus propiedades, de forma que es muy difícil que se echen a perder antes de consumirlos.
También nos enfrentamos al problema del hambre en el mundo: si nuestra población sigue creciendo -aunque ya lo estamos viviendo hoy en día-, probablemente pasemos hambre, ya que no habrá suficientes tierras para cultivar, ni espacio para criar animales que comer. Las impresoras 3D permitirían acabar con el hambre en el mundo, ya que se necesitarían pocos recursos para conseguir una alimentación sana y balanceada. Un claro ejemplo es la utilización de insectos.
Muchas personas probablemente no se sienten muy animados por el aspecto de la comida ni tampoco por la idea de que estas mismas impresoras 3D se dedican a crear piezas de motores, se estudian para imprimir órganos o se utilizan en la restauración de cuadros.
Pero cuando la población llegue a los 12 mil millones de habitantes -cifra que se pronostica para finales de este siglo-, un número que los economistas consideran que será el límite de nuestra población y para el que nuestros sistemas actuales de comida no están capacitados; la gente pensará diferente.
¿Qué te parece la posibilidad de hacer comida para Marte mediante impresiones 3D? ¿Crees que solucionará los problemas del hambre en el mundo?