Clonación de animales: una esperanza para las especies en peligro de extinción
Quizá recuerdas a la oveja Dolly que el 5 de julio de 1996 se convirtió en el primer mamífero clonado 1996 y que fue noticia en todo el mundo.
La ciencia de la clonación avanzó mucho desde entonces y actualmente, los científicos alumbran la esperanza de poder salvar a los animales en peligro de extinción a través de un método de clonación simple, que solo requiere una gota de sangre.
Un fuerte avance en la clonación de especies animales

Anteriormente, el material genético utilizado para la clonación de animales provenía de la extracción de células madre una vez que los animales habían fallecido. Pero ahora, sólo basta un poco de anestesia mientras están vivos.
Un grupo de científicos japoneses experimentó con un ratón. Éste recibió un anestésico que lo puso a dormir por unos minutos, el tiempo necesario para extraer de él una gota de sangre desde su cola, cantidad suficiente para llevar a cabo la clonación, en un proceso que no resulta cruel o traumático para el animal.
De esa gota de sangre, se separan los glóbulos blancos (leucocitos), que contienen células periféricas mononucleares, que son las que finalmente se usan en el proceso de clonación.
El éxito es impresionante: De ese primer ratón clonado, ya se han creado 25 generaciones de ratones, todos genéticamente idénticos, pero sin mutaciones que compliquen su vida, pudiendo incluso reproducirse naturalmente, saliendo del frío ambiente de los laboratorios
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Una esperanza ante la extinción de especies

Actualmente existen miles de especies animales que están en peligro de extinción, algunas más críticas que otras pero que, si no se interviene, finalmente se terminarán perdiendo. La clonación de especies vivas, puede significar una luz de esperanza para animales que, de otra manera desaparecerían.
El logro de los japoneses hace más sencilla la clonación, sobre todo en mamíferos, los más complicados y en los que el éxito de reproducción natural y artificial era escaso. Ya no se requieren células madre o especiales, basta con leucocitos, los que son muy fáciles de obtener, ya sea de animales jóvenes o adultos.
El hecho de que estos animales obtenidos mediante clonación puedan seguir reproduciéndose en un ambiente natural, ayudaría a reconstruir ecosistemas, saliendo del laboratorio para volver a sus hábitat.
Si bien la clonación avanzó mucho desde los tiempos de la oveja Dolly, todavía queda ver los resultados a largo plazo y en animales más grandes que un ratón y, que se encuentren expuestos al mundo exterior.
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