Científicos modifican genéticamente a gallinas para combatir cáncer
Los estudios genéticos avanzan a pasos agigantados en la batalla por hacerle frente a las enfermedades que representan más peligro para el ser humano como el cáncer. Recientes investigaciones sugieren que esta enfermedad podría ser tratada de manera más eficaz a través de la industria avícola.
En Japón, un grupo de investigadores han estudiado la posibilidad de alterar genéticamente gallinas para que produzcan huevos que ayuden en la terapia contra el cáncer.
La investigación nipona
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Lo propuesto por los investigadores japoneses no solo ayudaría a combatir al cáncer, sino que también podrían tratarse otras enfermedades como la hepatitis o la esclerosis múltiple, todo gracias a la proteína conocida como interferón beta humano.
El proyecto encabezado por el Instituto de Investigación Biomédica de Japón colaboró con la empresa de biotecnología Cosmo Bio en la crianza de gallinas que pueda producir el interferón en grandes cantidades a través de sus huevos.

Esta técnica consiste en la adición de un genoma; para hacerlo, se recolectan las células del esperma de un gallo para introducirles el compuesto genético que produce la proteína antiviral beta. Estas células ya modificadas se devuelven para que fecunden el embrión del gallo.
Los gallos que nazcan durante el proceso deben aparearse con gallinas que a su vez producirán huevos con grandes cantidades de interferón,a alojado alrededor de las yemas: un solo huevo puede contener entre 30 y 60 miligramos de interferón.
Los interferones son proteína que sirve como un inmunomodulador y son producidos de forma natural por los glóbulos blancos y rojo. En este caso, ayudarían a impedir que se reproduzcan las células cancerígenas.
Pero hay un detalle con la producción del interferón: un solo huevo genéticamente modificado tendría un costo de entre 535,995 a 2.6 millones de dólares.
La investigación similar en Escocia
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Un experimento muy parecido fue el que experimentaron especialistas de la Universidad de Edimburgo, solo que trabajaron en la producción de distintas proteínas.
La investigación documenta que los mismos huevos ya se han utilizado con anterioridad para cultivar virus que se utilizan para desarrollar vacunas, por lo que el enfoque sería producir proteínas.
En este caso, las células que se buscaron desarrollar fueron el IFN alpha 2a con una propiedad similar a la del interferón beta humano, es decir, como anticancerígeno. La otra proteína que se buscó reproducir fue el fagocito macrofago-CSF, cuya función podría ayudar en la reparación de tejidos.
Recientemente, en Estados Unidos también se acaba de realizar un ensayo médico a través de la herramienta CRISPR. Aunque falta camino por recorrer, estos estudios podrían acercarnos a la cura que definitivamente acabe con el cáncer.
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