Científicos crean robots biohíbridos hechos a partir de tejido vivo
En los últimos años, han habido grandes avances en la robótica y en su aplicación en la medicina. Por esta razón, los investigadores están constantemente buscando distintas alternativas para robots que sean menos como máquinas y más como animales. Ahora, combinando la robótica con la ingeniería de tejidos es posible construir un robot con tejido muscular vivo o con células. Estos dispositivos pueden combinarse con impulsos eléctricos o luz para que las células se contraigan y generen el movimiento requerido para nadar o arrastrarse.
Se trata de biorobots que se pueden mover tal como animales. Tienen la gran ventaja de que no solo no son peligrosos para el ser humano pero tampoco lo son para el medio ambiente, lo que suele suceder con robots más tradicionales. Además, como están compuestos por células, necesitan nutrientes en lugar de baterías, para aportar energía a sus músculos y por esta razón suelen ser más ligeros.
Los biorobots
Antes de crear un biorobot, los investigadores crecen las células vivas, ya sea de corazón o de músculo esquelético de ratas o pollos, en una plataforma especial. Para que las células no crezcan de modo desordenado, los investigadores dirigen su crecimiento con líneas que diseñaron sobre la plataforma donde las células crecieron. De este modo, al seguir estas líneas las células crecerán de modo ordenado y podrán trabajar en conjunto para permitir el movimiento efectivo del biorobot.
Estos dispositivos aún cuentan con una cantidad considerable de polímeros para sostenerse, lo cual hace que el robot resulte ser un biohíbrido, con una parte natural y una parte construida por el humano.
Biohíbridos como animales
Muchos de estos biohíbridos son construidos imitando a la naturaleza, en general imitan el andar o el nadar típico de los animales cuando se los estimula con un campo eléctrico.
En particular, un grupo de investigadores del Instituto de Tecnología de California desarrolló un robot biohíbrido inspirado en medusas. A este dispositivo lo nombraron « medusoide», y tiene los brazos en forma de círculos. Cada brazo tiene líneas que dirigen a las células hacia el crecimiento siguiendo esta forma, similar a los músculos de una medusa.
Como estos hay muchos estudios más que poco a poco comienzan a dar frutos, en un área que recientemente ha comenzado a expandirse: la robótica combinada a la ingeniería de tejidos vivos. Incluso, un equipo de investigadores ha obtenido robots totalmente orgánicos, que en vez de utilizar polímeros para su estructura, utilizan el colágeno de la piel.
La utilidad de los biorobots
Los biorobots tienen una gran utilidad en aplicaciones médicas, ya sea para deshacer coágulos, para el delivery específico de drogas o para fortalecer los vasos sanguíneos, entre muchas aplicaciones más.
Estos dispositivos pueden ser integrados en el cuerpo humano para mejorar una gran diversidad de condiciones que desde afuera son difíciles de prevenir o de intervenir. En un futuro, es posible que se construyan robots a partir de células de humano resultando aún más útiles para diversas aplicaciones médicas.
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