Ciencia y Tecnología

Así es como la hipótesis nebular explica la formación del Sistema Solar

21 Abr 2016 – 01:00 PM EDT
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A lo largo de los años de historia de la humanidad, diferentes teorías sobre la formación del Sistema Solar en que vivimos se han sucedido.

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Sin embargo, parece que la más aceptada por todos ha sido definitivamente la hipótesis nebular, que explicaría la evolución de este pequeño rincón galáctico de la Vía Láctea en la inmensidad del universo.

La hipótesis nebular

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La hipótesis nebular tiene su origen en el lejano 1734, cuando Emanuel Swedenborg ya presentó pruebas sobre la formación del Sistema Solar según esta teoría, que además se ha extrapolado al desarrollo de otras formaciones planetarias por todo el universo.

La hipótesis nebular parte del modelo SNDM, es decir, el modelo nebular solar o modelo de disco nebular solar, que explica las propiedades de nuestro vecindario con sus órbitas circulares y coplanares en todos los mundos del sistema en la misma dirección en la que rota el Sol.

Así pues, según la hipótesis nebular, las estrellas son formadas a raíz de nubes masivas de enorme densidad compuestas de hidrógeno molecular llamadas NMG.

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Dado que son gravitacionalmente inestables, la materia que se acumula en su interior se funde, dando lugar a cúmulos pequeños y de gran densidad que comienzan a girar, provocando un colapso que forma una estrella.

En el complejo proceso que forma la estrella, se produce a su alrededor un disco protoplanetario gaseoso que, de darse las circunstancias adecuadas, puede dar lugar a la formación de los planetas, aunque este fenómeno y su origen no es tan conocido de momento.

No obstante, según la hipótesis nebular, la creación y evolución de un sistema planetario están íntimamente relacionada con la formación de una estrella.

Según las estimaciones relacionadas con el Sistema Solar, nuestra estrella tardaría alrededor de 1 millón de años en formarse, por lo que el disco protoplanetario debió ir evolucionando hacia el estado primitivo de los planetas que hoy conocemos en los siguientes 10 a 100 millones de años aproximadamente.

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El disco protoplanetario

Según la hipótesis nebular, el disco protoplanetario sería un disco de acreción que es alimentado por la estrella central.

Obviamente, lo que en un principio es materia muy candente, poco a poco se va enfriando dando lugar a granos de polvo, roca y hielo que se coagulan y creando a los embriones planetarios en los siguientes 100 000 a 300 000 millones de años.

En la cercanía de la estrella madre, las fusiones violentas de estos materiales acaban provocando los planetas terrestres en una etapa que puede llegar a durar hasta 1000 millones de años.

Sin embargo, los planetas gigantes se crean más allá de la línea de congelación, acumulando grandes cantidades de gas en su núcleo a una enorme velocidad, lo que acelera de forma descontrolada su masa en solo unos 10 000 años, migrando muchos años después, de ahí el descubrimiento de planetas errantes o la distancia de Neptuno o Urano al Sol.

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