Ashley Tyrner es una madre soltera y emprendedora que el año pasado dejó su trabajo fijo en una firma de ropa en New York para crear Farmbox Direct, una empresa de entrega a domicilio de productos orgánicos.
A los 19 años se casó, se mudó a California pero su marido la dejó a los 26, embarazada y sin ingresos.
En esta situación a ella no le quedó más remedio que recurrir a los Food Stamps –los sellos o cupones de comida que otorga el gobierno federal de USA para personas de escasos recursos- pero como había nacido y crecido en una familia de granjeros en Arizona le gustaba alimentarse de productos naturales, algo muy difícil bajo este programa federal.
Tras la ruptura de su matrimonio se mudó a Nueva York donde ayudó a una startup de ropa a lanzarse al mercado, pero su espíritu emprendedor y su deseo de llevar el mensaje de la alimentación sana la llevó a crear Farmbox Direct.
Ashley Tyrner compartió con nosotros desde Nueva York sus inquietudes e ideas para que los productos orgánicos dejen de ser un lujo y se conviertan en parte de las mesas de todas las familias.
¿Cómo nació tu interés por la comida orgánica?
AT: Antes de salir embarazada ya era muy consciente de la salud porque mis padres son agricultores y ellos me inculcaron desde muy temprano la importancia de una alimentación saludable, y mejor si era con productos orgánicos.
¿Cómo fue tu experiencia con los Food Stamps?
AT. Comer orgánico con Food Stamps no es fácil, tienes que ceñirte a un presupuesto estrecho y es más fácil para la gente optar por productos que son procesados o cultivados con demasiados pesticidas, ahí encontré el reto.
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¿Qué te decidió a convertirte en una mamá emprendedora?
AT. Quiero hacer de este tipo de alimentación un "lujo asequible" para que todos, sin importar su ingreso, puedan comer sano. Debe ser una prioridad no una opción.
¿Qué has aprendido como emprendedora?
AT. Nunca he tenido la actitud de “no puedo”, sino la de “estoy haciendo esto, tengo a mi hija (hoy de 3 años) ¡nadie me va a parar!”. Yo me veo a mi misma como un rinoceronte que solo puede ir hacia delante y nunca mira hacia atrás, así que superé mis miedos sabiendo que creo en mi marca, el mensaje, y el producto que presento.
Hasta el momento, ¿cómo ha sido esta experiencia?
AT. Tuve la suerte de recuperarme financieramente cuando me mudé a Nueva York, pero renuncié a la estabilidad para perseguir mis sueños. Fue una decisión muy difícil. Me preocupaba perder todo lo que había ahorrado porque esto lo hice de mi propio bolsillo al vender mis acciones de la línea de moda que ayudé a construir. No hace falta decir que he tenido noches sin dormir, pero con mucho amor y dedicación Farmbox es una realidad.
¿Cuál es tu siguiente paso?
AT. Desde que lancé el producto he tenido una excelente respuesta porque aquí en NY hay una demanda por productos frescos, orgánicos y de precio accesible (sus cajas empiezan en $32.95), luego espero poder lanzarlo en Los Ángeles para después llevarlo a nivel nacional .
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