¿Aprendemos a reconocer los colores o nacemos sabiendo distinguirlos?

No caben dudas de que el lenguaje es una parte muy importante de nuestra comprensión del mundo y la forma en la que nos expresamos.
La ausencia de palabras para diferenciar entre variedades seguramente nos limitarán, del mismo modo que una gran oferta de sinónimos puede permitirnos agudizar las diferencias.
La percepción de los colores por fuera del lenguaje

En este nuevo estudio que fue realizado en niños de entre 4 y 6 meses de edad se descubrió que probablemente somos capaces de percibir hasta 5 tonalidades básicas de colores antes de aprender a hablar.
El estudio —realizado por la Universidad de Sussex y publicado en la página de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos— fue realizado en más de 170 bebés británicos y constó en medir la cantidad de tiempo que le dedicaron a mirar cada color, en una medida conocida como « tiempo de observación».
Primeramente se le mostró a los bebés un color, hasta que se aburrieron de mirarlo. Más tarde le mostraron otro y su interés se vio renovado, demostrando que consideraban ese color como a uno distinto.
La conclusión del estudio sugiere que los bebés son entonces capaces de distinguir entre 5 colores: verde, azul, rojo, violeta y amarillo. La especialista que llevó adelante el estudio —Alice Skelton— señala que este descubrimiento presenta indicios de que «todos estamos trabajando con una misma planilla», sin importar las palabras que usemos.
Sin importar si nuestro idioma usa la misma palabra para hablar del verde y el rojo, seremos capaces de distinguirlos pues dicha capacidad es inherente a los seres humanos. Si bien no se puede descartar que las palabras moldeen de cierta forma nuestra percepción del mundo —incluso existen estudios que lo demuestran—, también es innegable que nuestra percepción no depende completamente de ellas.
Y aunque aún no esté clara la forma en la que se relacionan el lenguaje y la percepción, tenemos nueva información acerca de la forma en la que los seres humanos percibimos el entorno en nuestra etapa más temprana.
En lo personal creo que sin dudas percibimos los colores desde mucho antes de hablar, aunque creo que es probable que nuestra percepción se agudice a medida que vamos conociendo palabras nuevas para diferenciar variedades.
¿Tú crees que los seres humanos dependemos realmente del lenguaje para diferenciar entre colores? ¿En qué grado el lenguaje es importante para percibir el mundo?
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