Aceite de pescado, efecto invernadero y flatulencias de vaca
Bien, por más incoherente y gracioso que te resulte sabemos que las vacas no son las ecologistas más ejemplares. Además de oler mal, sus gases son una enorme fuente de emisiones de metano, gas crucial en la formación del efecto invernadero y de las consecuencias desfavorables que éste acarrea.
De hecho, la EPA ha estimado que aproximadamente el 28% de las emisiones de gas metano asociadas a la actividad humana proviene de las flatulencias del ganado doméstico, en primer lugar las vacas, luego las ovejas y finalmente las cabras. Sin embargo, un equipo de investigadores irlandeses del University College de Dublín han hecho un interesante aporte que podría revertir la situación.
Lorraine Lillis y sus colaboradores de la institución han experimentado incluyendo un 2% de aceite de pescado en la ingesta total de un grupo de vacas para ver cuál era el efecto de los ácidos grasos omega 3 en sus emisiones.

Se comprobó que incluyendo esta pequeña cantidad de aceite de pescado en las dietas de estos animales las emisiones de gas metano que usualmente producen se redujeron en un 21%, lo cual indica que podríamos estar frente a una posible solución definitiva en relación a las emisiones de metano que produce el ganado doméstico.
Curioso pero real. El gas metano es uno de los más peligrosos en lo que respecta al efecto invernadero. Controlando una de sus fuentes de emisión (aunque su incidencia sea menor en relación a otras fuentes) estamos haciendo algo por revertir la situación.