A veces la realidad nos abofetea en la cara y nos hace ver que nuestro príncipe azul en verdad está lejos de pertenecer a la realeza y no es tan perfecto como lo deseamos. ¡Nos pasa a todas! Depositamos tantas ilusiones en nuestro chico que olvidamos que en realidad es tan solo un ser humano, con sus defectos y virtudes, que no son siempre las que esperábamos.
Expectativa #1
En fechas especiales (cumpleaños, aniversarios, Día de la Enamorados, etc.) pensamos que va a pasar el día tramando la sorpresa perfecta para hacernos pasar un día maravilloso.
Realidad: Ese mismo día solo nos compra un regalo (si tenemos suerte) y eso es todo.
Expectativa #2
Queremos que tenga las mismas ganas que nosotras de prepararse para ir al casamiento de una amiga o al cumple mamá. Nos preparamos, nos ponemos lindas, y él...
Realidad: Todavía ni se afeitó, está tirado en el sofá jugando a la Play y faltan 20 minutos para salir.
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Expectativa #3
Esperamos que sea nuestro compañero 24 hs al día, que quiera que hagamos todo juntos sin separarnos ni un segundo.
Realidad: Necesita tiempo para estar con sus amigos, con su familia y para hacer sus cosas personales.
Expectativa #4
Queremos que nuestro chico sea siempre romántico, que viva diciéndonos cosas lindas al oído y que esté siempre de buen humor.
Realidad: Es un ser humano, no siempre puede ser el hombre perfecto.
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Expectativa #5
Necesitamos a un hombre que nos escuche cuando estamos mal y que siempre tenga la palabra justa para animarnos. Que sea nuestro sostén y que con solo mirarnos sepa lo que nos hace falta.
Realidad: No es adivino y por más que teatralicemos, muchas veces ni se entera de que estamos mal.
Expectativa #6
Nos gustaría un hombre que nos tome por la cintura, nos bese de forma apasionada y nos lleve a la cama envueltas de la mayor tensión sexual que exista, mientras la luz de las velas alumbra tenuemente el cuarto.
Realidad: Nos dice: “¡Esta noche te toca!”
Expectativa #7
Esperamos un hombre que se saque la camisa y nos muestre su abdomen marcado, para luego darnos el mejor sexo de nuestras vidas.
Realidad: No se anima a sacarse la remera porque se siente gordito y debes guiarlo hacia lo que más te gusta en la cama porque está un poco perdido.
No siempre nuestras expectativas van con la realidad, ¡pero no importa! Mientras que ese chico que nos gusta no haga sentir amadas, ¡está todo bien!