Si te estás por casar, seguramente sabes lo estresante que puede llegar a ser el tener todo listo, sobre todo si eres la encargada de organizar todo junto con tu pareja.
Si quieres saber cómo puedes planear tu casamiento junto con tu chico y no morir en el intento, acompáñame que tengo algunos consejos para darte.
#5 Tengan en cuenta el presupuesto
Es importante saber con cuánto dinero cuentan antes de comenzar a planear la boda, pues puede ocurrir que los gastos sean mayores de lo que pueden pagar y esto derive luego en discusiones y peleas que no sucederían si se hubieran tomados los recaudos necesarios.
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#4 Inviten a la misma cantidad de amigos
Seguramente, otra de las grandes discusiones que se suscitarán es con respecto a la lista de invitados. Para evitar problemas, la solución es invitar solo a los amigos más cercanos de cada uno. Piensen que estos eventos se suelen pagar por persona y que a mayor cantidad de invitados, más cara les saldrá la fiesta lo que probablemente, desemboque en más de una pelea.
#3 La fecha, otro gran problema
En este caso, nadie más que ustedes deberá elegir la fecha de la boda. Si comienzan a incluir a otras personas en el tema, no solo no tendrán decisión propia, sino que además no podrán disfrutar de este momento tan hermoso.
Recuerden que, a mayor cantidad de “opinadores” habrá una más cantidad de peleas a diario. Ya lo sabes, solamente tu novio y tú serán los que tienen el derecho de decidir cuándo será la boda.
#2 Hagan una lista para no olvidar nada
Son muchas las cosas que hay que organizar para que una boda salga perfecta y una sola persona no puede hacer todo. Si tu pareja y tú decidieron ser los organizadores del evento, dividan las tareas para realizar todo mucho más rápido y con más eficiencia. Recuerden que es su boda y que no deben permitir que las opiniones ajenas (léase, madre, suegra, cuñados y afines), la arruinen.
#1 Tengan en cuenta los gustos de cada uno
Es importante que, al organizar una boda, se preste atención a los gustos de cada uno. No solo es obligación que se cumpla todo lo que la novia dice sino que también es preciso darle el gusto en algunas cosas al novio. Por ejemplo, si a tu pareja no le gusta determinado platillo que se va a servir, ¿por qué no remplazarlo por otro que si le guste?
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Verás que con estos pequeños detalles tu boda saldrá fenomenal y sobre todo, ¡en paz y sin discusiones!