Una de las vías que podemos usar para sentirnos bien con nosotras mismas es presentar una imagen agradable a la vista. Esta tarea comienza desde el mismo instante en que vamos a comprar nuestra ropa. Sin embargo, como bien sabe toda mujer, la selección de un vestuario adecuado no siempre es tarea fácil.
Lo primero que hay que tener en mente es la forma del cuerpo, para luego concluir qué colores irán bien con nuestra figura. Recuerda que las distintas tonalidades, en dependencia de cómo se combinen, pueden acentuar o disimular las distintas características corporales. Veamos algunas orientaciones generales que seguramente resultarán muy útiles.
- Si eres una persona un poco pasadita de peso, o tienes mucho busto, es recomendable que hagas énfasis en la parte inferior de tu cuerpo. Emplea colores audaces de la cintura para abajo ―rojos, verdes intensos, negros― y colores más tenues hacia arriba ―malvas, colores pálidos en general.
- En cambio, si eres muy delgada necesitas acentuar tu figura añadiéndole dimensión. Puedes lograrlo si compras trajes sueltos y fluidos. También vendrían bien las rayas horizontales.
- Para aquellas personas que tienen caderas acentuadas, lo mejor sería elegir ropas que dirijan la atención hacia la parte superior del cuerpo. Utiliza atuendos con colores llamativos o estampados por encima de la cintura y deje los sobrios, como el negro o el marrón, para la parte de abajo.
- Quienes sean anchas en todas las partes del cuerpo, deberán evitar las rayas y los estampados. Lo mejor es llamar la atención del torso para arriba, creando un punto focal que evite las miradas de la cintura para abajo.
Claro está, las afortunadas que tienen una figura casi perfecta, pueden usar lo que deseen.
Recuerda que la mejor manera de verte elegante no es poniéndote atuendos valiosos o llamativos, sino seleccionando ropas sencillas que vayan con tu personalidad y te hagan lucir bien.