Una camisa blanca es esencial en el guardarropa de cualquier mujer. Seas alta o baja, rubia o morocha y tengas la edad que tengas, esta prenda es un clásico que puedes usar de distintas maneras. ¿Quién dijo que las camisas blancas sirven sólo para ir a trabajar?
No necesitas gastar millones en el shopping para renovar tu look. Tampoco necesitas miles de prendas para renovarte. Tan solo una camisa blanca te permite la posibilidad de lograr estilos diferentes según la ocasión. Veamos las distintas maneras de usar una camisa blanca.
Como estilo casual. Si no tienes qué ponerte este fin de semana, puedes recurrir a tu camisa blanca. Ponte unos jeans, una linda musculosa y por arriba la camisa. Para que quede casual y con estilo, úsala desabrochada y con las mangas dobladas. Si hace calor, puedes optar por una minifalda de jean.
Como complemento en el verano. ¿Quieres darle un toque diferente a tus vestidos de verano? Una manera de complementarlos es a través de una camisa blanca y larga por encima. Si calzas unos buenos zapatos y te agregas accesorios, como brazaletes, pulseras o collares, quedarás hermosa.
Como vestimenta de trabajo. Muchos trabajos exigen una vestimenta formal para sus empleados. La camisa blanca es una de las mejores prendas para ir a la oficina. Combínala con un pantalón de vestir o falda lápiz de color liso. Eso sí, no uses sujetador de color negro, ni blanco, ni rojo, ni de ningún otro color que pueda traslucirse: en este caso, el mejor color es el nude.
Como prenda para salir por la noche. Una camisa blanca, combinada con un lindo collar y accesorios es una prenda que luce muy bien para ir a una fiesta de cumpleaños, una reunión o una salida con amigos. Ingéniatelas con el peinado, los zapatos y los accesorios.
La próxima vez que vayas de compras elige una camisa blanca. Ya has visto todos los usos que le podrás dar.