Sinceridad ante todo: Cómo hablar de temas difíciles con tu hijo
Llegó el momento de hablar con tu hijo de eso tan difícil que no pudiste charlarlo hasta ahora. Puede ser que te cueste un poco, pero no es tan complicado como parece. Como mamá te quiero dar algunos tips para que puedas hacerlo con total tranquilidad y que logres que tu hijo entienda cuál es el problema y pueda asumir la realidad sin traumatizarlo.
¿De dónde vienen los bebés?
A veces los niños nos hacen preguntas incómodas y que no sabemos cómo responderlas. Un ejemplo es cuando nos preguntan de dónde vienen los bebés o dónde está el abuelito que murió. Muchos temas son complicados para hablar con ellos porque si bien nosotras sabemos de qué se trata, en ocasiones no sabemos cómo explicárselo.
La sexualidad, las drogas y los temas religiosos muchas veces nos dificultan la comunicación con ellos y nos hacen pensar en diferentes respuestas a sus preguntas que a veces no son tan acertadas.
Cuando nuestros padres eran chicos o cuando nosotras mismas éramos pequeñas, no existía la comunicación que tenemos hoy en día. Es probable ver escenas subidas de tono en la televisión a las dos de la tarde, un horario en el que los pequeños pueden estar viendo la televisión. Este tipo de imágenes son comunes hoy en día pero eso no quita que ellos nos pregunten qué es lo que están haciendo esas dos personas y ¡ahí viene el problema! Es casi seguro que nos quedamos pasmadas y no sabemos qué responder.
Como madre deberás estar preparada para guiar a tus niños a través de un universo muy complejo y tendrás que responder preguntas un tanto comprometidas. Lo primero que tienes que hacer es respirar y centrar tus pensamientos, sobre todo si no tienes mucha idea de cómo responder.
No inventes las respuestas, si no sabes, algo bueno es sugerirle a tu hijo que investiguen juntos sobre el tema en libros o internet y que él pueda comprender perfectamente.
Siempre ten en cuenta la edad de tu hijo, no agregues más información de la necesaria, sobre todo si tu hijo es muy pequeño. Cuando veas que se quedó satisfecho con la explicación da por terminado el asunto y no incorpores más datos que no harán más que confundirlo.
Tener la franqueza de explicarle todo a los niños es una buena cosa siempre y cuando no se le quiera incorporar más información de la necesaria y que las explicaciones sean las adecuadas para su edad. Siempre surgirán este tipo de preguntas embarazosas, solo es cuestión de que sepas cómo explicarlas y de que tengas la información valedera para subsanar cualquier duda.
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