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Enseñar el autocontrol a un adolescente

9 Jul 2013 – 12:28 PM EDT

Cuando un niño pequeño no está conforme con una situación, lo más probable es que lo comunique a través de los famosos berrinches o rabietas, que con mucha paciencia sus padres contienen. Pero los niños crecen y se transforman en adolescentes impulsados por unos deseos casi incontrolables de dominar en mundo y controlar todas las situaciones con absoluta independencia.

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Pues bien, el mundo muchas veces no se deja controlar tan fácilmente, y los adolescentes suelen enojarse sin poder controlar sus sentimientos y frustraciones. Por eso, hoy en te damos algunos consejos para enseñar el autocontrol a un adolescente

¿Qué es el autocontrol?

El autocontrol de las emociones es nada menos, y nada más, que una técnica de supervivencia, cuando podemos controlar las emociones el éxito en nuestro trabajo y en nuestra vida está casi asegurado.

Es importante que los niños aprendan que los comportamientos negativos, agresivos y deshonestos son inaceptables; ellos aprenden de nuestras acciones y nuestro comportamiento, si tu hijo lo único que percibe de ti es enojo cuando hace algo mal, él reaccionará de la misma manera. Con el tiempo, esto se traduce en eternas y dolorosas discusiones, que sólo conducen al desentendimiento.

El autocontrol nos permite identificar los sentimientos y aprender formas adecuadas para poder manejarlas de una manera constructiva.

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Aprendiendo el autocontrol de las emociones

Ante una situación conflictiva lo primero que tenemos que hacer es calmarnos, tanto nosotros como nuestros hijos. Una vez que la calma está establecida, habla en un tono tranquilo con tu hijo, diciéndole brevemente lo que está haciendo mal, siendo claro y específico, sin utilizar afirmaciones vagas, mucho menos, insultos.

Utiliza la empatía, eso que le permite ver a tu hijo que realmente te preocupas por sus sentimientos, utilizando frases como "entiendo que estés molesto". Ayúdale a calmarse, si está muy enojado, concentrándose en su respiración, mientras tú también haces lo mismo.

Mantente siempre abierto al diálogo, dándole a tu hijo la posibilidad de que pueda hablar de sus sentimientos y de aquellos temas en los que se siente frustrado.

El autocontrol es un aprendizaje que lleva tiempo, pero es un aprendizaje para toda la vida. Por eso es importante, cuando hablamos con nuestros hijos utilizar tonos de voz suave, utilizar la empatía y evitar cualquier castigo físico.

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