Consejos para Padres

Cuando como padres nos sentimos culpables

2 May 2013 – 08:48 AM EDT

El rol de los padres ha cambiado notoriamente en los últimos 30 años. Antes, la madre se ocupaba de los quehaceres de la casa y la crianza de los niños, mientras el padre era el proveedor de la familia. Pero, ya sea por aspiraciones personales o por necesidad, la mujer ha tomado un lugar preponderante en el mercado laboral. Aunque debo dejar que mi costado feminista hable, está demostrado que a igual calidad y cantidad de trabajo, el trabajo del hombre siempre está mejor remunerado que el de la mujer.

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Más allá de las cuestiones de género, con la mujer alejada durante más tiempo del hogar, aparecen los fantasmas de la culpa: culpa por estar menos tiempo con los niños; culpa por tener que confiar el cuidado de nuestros hijos a una niñera; culpa por las llegadas tarde; culpa por la impaciencia; culpa por el cansancio; culpa, culpa y más culpa.

Si la culpa te tiene a mal traer, sigue leyendo, porque hoy veremos algunos consejos para saber qué hacer cuando como padres nos sentimos culpables.

Vivir el aquí y el ahora

Sólo podemos hacer lo mejor para nuestros hijos y ver y valorar el éxito de cada momento en el presente. Vive cada instante que te encuentres junto a tus hijos como si fuera un "momento Kodak", esos momentos que por ser tan hermosos uno lo atesora en una imagen impresa para siempre.

Celebrar las metas de nuestros hijos, aunque no lleguen al éxito

En EntrePadres hablamos muchas veces de la importancia de valorar los esfuerzos que ponen nuestros hijos para lograr sus metas, aunque no siempre lleguen al éxito. Esto debes tenerlo aún más en cuenta si no compartes con ellos el tiempo que deseas. Ofréceles esos cinco minutos en que ellos te puedan contar cómo lograron sus metas, que aspecto les costó más y cuál les dio más gratificaciones. ¡Cúanta energía amorosa habrá en esos cinco minutos!

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Decir "no" es un acto de amor

Los límites deben estar presentes siempre. No sirve que hagamos "la vista gorda" ante las faltas de nuestros hijos, para compensar nuestras culpas. Una regla rota, un acuerdo no respetado, un compromiso no asumido, son eso, y seguirán siéndolo más allá de que te sientas culpable o no. No los justifiques. Recuerda, nuestros hijos tienen lo mejor de nosotros en este momento y en este lugar.

Transforma la culpa en algo que te movilice hacia algo más positivo. Las cosas y el modo en que las compartas con tus hijos es lo que hablará del padre que eres. Después de todo, la mirada de nuestros pequeños sobre nosotros es la mirada más importante. ¿No te parece?

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