Ser madre significa exponerse a un mundo de extraversión, algo que puede resultar intimidante en un primer momento para una mujer introvertida. Tu personalidad no va a cambiar por ser madre, pero si tienes que estar dispuesta a compartir muchas horas de compañerismo con tus hijos y sus amigos, y saber que ya no estarás más sola.
¿Mundos opuestos?
Una persona introvertida escoge ser solitaria porque se siente mejor de esa forma. Su mundo interior es mucho más importante que el mundo exterior, en comparación a la valoración que hacen otras personas, y por eso puede llegar a anteponer la soledad sobre el compañerismo.
Cabe destacar que la timidez y la introversión nada tienen que ver y que erróneamente se suelen usar como sinónimos. Una persona tímida lo pasa mal porque quiere socializar pero le faltan habilidades sociales para conseguirlo mientras que una persona introvertida tiene las habilidades para socializar pero no lo hace porque no quiere.
Si eres una mamá introvertida tienes que asegurar tu propio bienestar emocional. Es mucho más fácil ser una buena madre si tienes cubiertas tus necesidades emocionales. Por eso, tienes que crear un espacio personal para ti y dedicar un tiempo para hacer aquello que se te da bien: nutrir tu interior en soledad. Para ello, debes tener algunas cosas en cuenta.
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Acepta tu introversión
Ser madre es adentrarse en el mundo extravertido donde las fiestas infantiles, las reuniones con otros padres y el contacto con otras personas es algo habitual y diario. Por eso tienes que aceptar que eres introvertida y comprender las emociones que se generan en tu interior en cada una de estas circunstancias. Abraza a tu personalidad introvertida y podrás adaptar mejor tu estilo de crianza para dar cabida a tus necesidades de espacio y a las necesidades que tiene tu hijo.
Desde el momento en que sabes que vas a tener un bebé tienes que investigar cómo es eso de ser madre. Puedes hacerlo desde el consejo de familiares, hasta con la lectura de libros o asistiendo a conferencias para padres y madres. Pero debes saber que aunque recibas mil consejos, tu forma de ser y de pensar serán las que guíen tu estilo de crianza.
El mejor estilo de crianza que puedes ofrecer a tus hijos es el que mejor se adapte a tu familia, un estilo que respete las necesidades de tus hijos sin importar el tipo de personalidad que tienes.
Si eres madre introvertida debes saber que si crías a tus hijos acorde a tus instintos y teniendo como base el respeto y el amor serás una madre exitosa.