Consejos

Cómo reaccionar a los insultos de los hijos

24 Ene 2013 – 12:02 AM EST

Muchas madres tienen que enfrentarse a comentarios crueles de sus hijos cuando estos están en edad de preescolar. Pero no siempre sabemos cómo enfrentarnos a ellos, ni por qué nos dicen lo que nos dicen cuando estamos todo el día pensando en lo mejor para nuestros hijos. Sin embargo, los psicólogos ofrecen las mejores contestaciones para reaccionar a los insultos de los hijos.

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Primero que nada, debemos saber que los niños usan malas palabras por vernos a nosotros usarlas. “Odio cuando las cosas me salen mal” por “Te odio”, o bien “No quiero que contestes” por “No te quiero” o “No quiero estar contigo".

El niño aprende de lo que ve en los adultos y, al no estar completamente desarrollado, usa estas frases en cualquier momento sin saber lo que realmente significan. Sin embargo, debemos pensar que el pequeño está madurando y que no es lo que quería decir; aunque nos duelan estos comentarios, debemos no hacer caso de ellos y hablar con el niño para hacerle entender el verdadero significado de lo que nos están diciendo.

Respuestas para las ofensas de los hijos

Cuando nos encontramos con una de estas contestaciones, debemos ver qué es lo que la ha motivado.

Por ejemplo, esta situación:

  • “Arregla tu cuarto”
  • “No quiero. Te odio”
  • “Muy bien, pero ve a arreglar tu cuarto”

Lo mejor es continuar con la orden que se le estaba dando al niño y, si es posible, ofrecer alternativas:

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  • “Muy bien, pero ve a arreglar tu cuarto. ¿O quieres que mamá te ayude?”

Una vez el niño esté tranquilo, se le debe explicar que el uso de esta frase no era conveniente y debemos darle otras alternativas a lo que ha dicho:

  • “Te refieres a que odias arreglar tu cuarto, pero debes hacerlo”
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De esta manera, el niño irá entendiendo cómo expresar sus sentimientos y cuándo debe usar una expresión u otra. En ningún caso, y por mucho que nos cueste, debemos frustrarnos y tomarnos estos comentarios a malas, pues sólo empeoraremos la situación.

Regañar al niño por ello sólo le hará confundirse, pues no entenderá por qué le regañamos por una cosa que nosotros, aparentemente para él, también hacemos.

El niño irá madurando a su tiempo y los padres debemos estar presentes durante todo el proceso e ir corrigiéndolo. De esta manera, aprenderá a diferenciar las situaciones en las que se puede usar una expresión y en las que no.

Animamos a las lectoras a que compartan sus opiniones respecto a este tema y nos dejen aquellas preguntas a las que les gustaría encontrar respuesta.

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