Estoy segura que a ti también te ha pasado, eso de sentir que desde que tu bebé llegó a tu vida, ha crecido la distancia entre tu mejor amiga y tú. Y la extrañas y la necesitas. Aún recuerdas cuando siempre a pesar de las obligaciones cotidianas, había tiempo para compartir un sabroso cafecito en su confitería preferida; o las largas conversaciones en el teléfono durante la madrugada que tenían como eje los flechazos de Cupido a su corazón; o lo importante que fue sentir su apoyo en ese difícil momento, donde la sonrisa estaba peleada con tu cara.
No estés triste, siempre se puede volver sobre los pasos hechos, estos consejos para mantener la amistad con una amiga sin hijos te pueden ayudar.
Nunca es tarde para el reencuentro con los verdaderos amigos
A veces el distanciamiento se puede producir casi inmediatamente después del parto; otras sucede tan lentamente que ni siquiera te das cuenta, hasta que la distancia es muy grande. Cuando tu bebé llegó a tu vida, acaparó toda tu atención; sus necesidades pasaron a ser tu prioridad, cada pensamiento tuyo tenía su nombre. Y es normal que así sea, según los especialistas, y mi propia experiencia, los hijos cambian la vida de los padres drásticamente.
Incluso, muchas veces, el hombre también se siente excluído de la vida de la mujer y siente que no puede conectar con ella. Recuerda que siempre es importante no aislarse, no vivir como si estuvieran tú y tu bebé aislados en una isla.
Recuperando a tu amiga
Como dijimos antes, nunca es tarde para recuperar el vínculo con esa amiga que es tan especial para nosotras. Para hacerlo, a veces, basta con dos pasos cortos, pero certeros.
Primero, ten en cuenta respetar el tiempo con tus amigas. Es comprensible que los primeros meses corras las 24 horas, detrás de las necesidades de tu bebé, pero ya después, cuando las cosas en el Universo parecen volver nuevamente a su sitio, es hora de tomar un respiro y un poco de aire, y salir de la casa para encontrarte con tu amiga a tomar, aunque sea, un breve café.
Siempre recuérdale lo importante y especial que ella es en tu vida, y cuánto necesitas aún mantener conversaciones con ella, para intercambiar opiniones y sentirte apoyada. Es importante que sepa que siempre dispondrás de tiempo para ella, entre los cambios de pañal y los biberones.
Cuando la amistad es verdadera, no existen excusas para correr el riesgo de perderla. Si en este momento te estás preguntando qué será de la vida de esa querida amiga, no pierdas más tiempo; corre al teléfono, marca su número y sórprendela, aunque no sea el día del amigo. Apuesto que terminarán en ese frágil límite entre la sonrisa y la lágrima. Como antes. Como siempre. Para siempre.
Comparte cómo logras hacerte tiempo para tus amigos.