A veces la hora de la comida, la merienda o la cena se pueden convertir en toda una odisea con nuestros hijos. Si nuestro hijo es de los que comen poco y mal vamos a intentar darte las claves para poder resolver esta situación y hacer que los niños coman mejor. Ten en cuenta que los primeros años de desarrollo el niño debe comer muy equilibradamente para tener un crecimiento normal y sano.
Sabemos que es fácil perder los nervios en este tipo de situaciones y enfadarnos con el niño e, incluso, castigarlo, pero debemos de evitar estas situaciones a toda costa. El niño puede llegar a percibir el momento de la comida como un momento negativo en el que es reñido y castigado, lo que produce más aversión aun a las comidas.
Por eso, debemos de convertir el momento de comer, poco a poco, en un momento divertido en el que compartimos con nuestros hijos y le ayudamos a alimentarse cada vez mejor.

Consejos para comer con nuestro hijo
Hay que tener en cuenta que el niño debe de comer e ingerir líquidos varias veces al día, tres comidas principales, dos tentempiés y mucho líquido. Los padres deben tener los tiempos bien programados, ya que a veces una desorganización en esto le impide regularse a la hora de comer.
Si sabes que vas a estar fuera de casa con tu pequeño, lleva contigo siempre alimentos para él para evitar la comida rápida en algún establecimiento. Tampoco olvides nunca el agua.
Hagamos el momento de la comida uno de los mas agradables del día para el niño. Una instancia en la que puede compartir con sus padres y recordando que, como todo en la educación de nuestros hijos, el comportamiento de los padres en la mesa será imitado tarde o temprano por él.
No te preocupes si hay días en los que come menos o no quiere comer, mantén la calma y espera. La sensación de hambre llegará inevitablemente y poco a poco entenderá que es en los horarios marcados cuando podrá compartir con sus padres realmente la comida.
Dar la comida a nuestros hijos con todo el cariño harán de este momento uno de los más esperados por ellos a lo largo del día. Por el contrario, si estás siempre enfadado con él por qué no come lo que quieres o cuando quieres, solo querrá salir cuanto antes de esa situación. Decirle cosas como "come las verduras" en forma imperativa sólo servirá para que este se niegue más y más.
Alimentación sana y divertida para niños
Puedes usar alimentos que a tu hijo le gusten como recompensa por haber comido todo su plato.
Aquí entran algunas reglas fundamentales de la psicología educativa. Lo realmente efectivo no es el castigo, sino el refuerzo. Si tu hijo come su plato completo, podéis llegar al acuerdo de que, siempre que esto sea así, podrá tomar de postre esas galletas que tanto le gustan. Si come solo la mitad, tendrá la mitad de las galletas y si tiene un berrinche y no come nada, pues no tendrá ninguna galleta. Lo que animará a comer a tu hijo será la posibilidad de comer la cantidad de galletas que quiere y no el miedo a un castigo por no comer.
Recuerda que la alimentación de los niños debe de ser divertida, aunque no debe estar reñida a los alimentos que a él le gustan. Tiene que aprender que para comer lo que tanto le gusta deberá, primero, de tomar los alimentos principales para su nutrición.
En todo caso, realizar platos divertidos en los que se encuentren los nutrientes fundamentales es algo que los padres deben cultivar. Presenta platos agradables, ricos en sabores y que atraigan a los chicos. Incluye ingredientes que le gusten y mézclalos con otros, busca todo tipo de estrategias evitando la confrontación a la hora de la comida con tus hijos.
Poco a poco conseguirás que el momento de las comidas sea un momento agradable y en el que se podrá fortalecer la relación padre hijo.