El afecto y la confianza son elementos indispensables para el buen desarrollo de los niños. Es muy importante que los adultos entiendan el impacto emocional que tiene el tipo de unión que se establezca entre ambas partes. La responsabilidad primera de los padres es establecer lazos fuertes con sus pequeños.
¿Qué significa estrechar lazos?
Estrechar lazos no es más que:
-
Crear apegos emocionales mutuos entre padres e hijos.
-
La entrega de amor incondicional de los padres a los menores.
-
El desarrollo de conexiones empáticas entre ambos.
-
Formación de sentimientos de seguridad en los niños.
-
Establecimiento de una intimidad y un sentido de la cercanía entre padres e hijos.
-
Ayudar a los hijos a desarrollar correctamente la autoestima y el sentimiento de autenticidad.
-
Transmisión de valores familiares y sociales a través de vías no verbales.
-
Proveer al pequeño de sentimientos de pertenencia familiar.
-
Una manera de enseñar a los niños el amor y el cuidado de la familia extendida (no sólo papá y mamá)
- Educar el amor y la preocupación entre hijos y padres en ambas direcciones a través de todos los aspectos de la vida.
Vías para estrechar lazos con los hijos
Los lazos afectivos se pueden fortalecer si tomamos algunas medidas desde muy temprano:
-
Cuando tu hijo es bebé, puedes ponerlo sobre pecho/estómago y quedarse muy juntos y relajados por un rato.
-
Desarrolla el contacto físico con el pequeño a través de caricias y masajes al bebé.
-
Habla bastante con el niño, crea una atmósfera de comunicación agradable.
-
Cuando cargues al bebé, roza a menudo su carita con la tuya.
-
Al hablar con tu hijo siempre baja a su nivel de modo que hagan contacto visual.
-
Anima al pequeño a hacer aquellas cosas para las que ya está listo y puede realizar, pero no crees expectativas muy altas que pueden causar frustración en ambos.
- Háblale a tu hijo con ternura y amor, lo que favorecerá que se desarrollen bien los lazos emocionales.
-
No esperes que el niño actúe como un adulto, es natural que tenga una conducta infantil. Respeta esa realidad.
-
Escucha detenidamente lo que tu hijo te dice y ponle mucha atención cuando está en problemas.
-
Estimula la interacción entre el niño y sus compañeros de juegos.
-
Sé honesto con tu hijo al tratar cualquier situación familiar.
-
Apóyalo siempre que esté atravesando algún problema difícil de la vida.
-
Permite que el menor sea auténtico, con un sentido de la individualidad, alentando su independencia y autonomía.
- Enseña a tu hijo a resolver los problemas con valor, buscando soluciones alternativas mediante la discusión franca.
No importa cómo se desarrolle la vida, si los padres estrechan los lazos con sus hijos y les enseñan a ser personas seguras, amorosas y valientes, sabrán enfrentar cada acontecimiento, positivo o negativo, que aparezca en el camino de un modo saludable y equilibrado.
Sobre el apego emocional con los hijos puedes leer aquí.