Aunque parezca increíble la mayoría de los adolescentes tiene una necesidad muy grande de comunicarse bien con sus padres. No hay dudas de que sus padres quieren exactamente lo mismo. Sin embargo, en esta edad las relaciones se vuelven tensas y parece que nada tiene solución. En EntrePadres les traemos hoy algunas sugerencias para escuchar mejor a los hijos, precisamente eso que los chicos andan necesitando.
Cómo escuchar a los hijos
Prestar atención
La vida ciertamente es agitada y los padres tienen muchas responsabilidades, pero ahora mismo es hora de que le prestes a tu hijo toda la atención posible. Por tanto, apaga el móvil, la radio, la tv y hasta la batidora. Es hora de sentarte a escuchar detenidamente lo que ese adolescente quiere decirte.
Reflejar emociones, no burlarse
Tu hijo querrá ver sus emociones reflejadas en tu rostro una vez las exprese. Es el modo en que los adolescentes sienten que sus padres están comprendiendo sus temores o preocupaciones. Muchas veces tienden a exagerar, un poco debido al desajuste hormonal, un poco porque su mundo es más limitado que el de los adultos. No te burles, ni le recrimines. Trata de entender poniéndote en su lugar, recordando tus propias experiencias a esa edad.
Afirmar las palabras del adolescente
Una buena idea es afirmar las palabras del adolescente cuando te cuenta un suceso. Basta con decir: lo que me estás contando es que… y allí repetir sus propias frases. Esta herramienta comunicativa permite que el chico sienta que es escuchado, que sigues el hilo de su conversación. Por otra parte, si planteas mal la idea porque no entendiste o porque el muchacho usó mal las palabras, este podrá esclarecer el malentendido.
Mostrar un lenguaje corporal de atención
Es muy importante que le muestres a tu hijo un lenguaje corporal de atención. Elimina los suspiros, los pestañazos incesantes, las miradas y poses que puedan dar a entender que estás apurado. Antes bien, siéntate cerca, haz contacto visual, relaja el cuerpo, descansa tus brazos sobre las piernas, estira la espalda contra el respaldar del asiento. En ocasiones, inclínate un poco hacia delante y asiente con la cabeza.
Tener interés en la conversación
Todos hemos estado allí: después de un día de trabajo nuestra mayor motivación es una buena ducha caliente y ¡a la cama! Pues si tu hijo es adolescente, me temo que habrá que esforzarse un poco más. Debes tener interés en la conversación que está sosteniendo contigo, no se trata de fingir, sino de implicarte en verdad. Probablemente algunas cosas te parezcan insignificantes, pero piensa: para tu hijo ese tema es de tanta importancia que necesita compartirlo contigo. Un método muy eficaz es pensar en ese instante cuánto quieres a tu hijo y cuán feliz lo harás si te preocupan sus cosas.
Estar alerta en los momentos vulnerables
Hay que saber estar alerta en los momentos de vulnerabilidad. Hay un instante en la vida en que los adolescentes se abren y expresan con franqueza lo que sienten. Si esto sucede, dale tiempo a tu hijo para que comparta sus emociones. No lo presiones. Solo pregúntale si necesita consejos, ayuda o simplemente que lo escuches. Dale la elección, de modo que se sienta seguro contigo, que sepa que puede contar con un apoyo en todos los sentidos.
Todos queremos tener una buena comunicación con nuestros hijos, especialmente en la adolescencia. Sigue nuestras sugerencias para que puedas escuchar mejor a tus hijos y verás cómo estos se sienten cada vez más cercanos a ti y te ofrecen su confidencia.