¿Cómo calmar a tu hijo después de una pesadilla? Es más sencillo de lo que crees

La cuarentena impactó emocionalmente a todas las personas que tuvieron que parar sus actividades cotidianas. Pero probablemente algunos de los más impactados por estos cambios fueron los niños.

Los pequeños de la casa tuvieron que dejar de asistir a su escuela. Aunado a ello, inevitablemente perdieron contacto con sus amigos, y con los espacios públicos a los que ya estaban habituados.
Además a su corta edad, seguramente fue mucho más difícil entender lo que pasaba a su alrededor.
Debido al aumento de estrés, ansiedad, preocupaciones, incertidumbre, o varios sentimientos de angustia en tiempos de pandemia; los pequeños pueden presentar pesadillas o terrores nocturnos de forma más frecuente.
Si éste es el caso de tu hijo, no debes alarmarte. A continuación te explicaremos cómo tratar con cada uno de estos episodios.
Romeo Vitelli —psicólogo de la Universidad de Toronto — comentó en exclusiva para Psychology Today que lo más importante es conocer las diferencias entre pesadillas y terrores nocturnos.
Las primeras se presentan en la segunda mitad del sueño (fase REM.) Manifiestan una ansiedad o preocupación del niño. Se despierta fácilmente, y recuerda todo lo que pasó en el sueño.
Los terrores nocturnos, por otro lado, son sueños mucho más vívidos y pueden causar que tu hijo se mueva, grite o hasta tenga los ojos abiertos mientras está soñando.
Afortunadamente son episodios de menos de 10 minutos y son más comunes en pequeños de entre uno y cuatro años de edad.
¿Cómo calmar las pesadillas de tu hijo?
Estos casos son muy sencillos. Sólo debes explicarle que se trató únicamente de un sueño y que no es real.
Sin embargo, es importante que permitas que exprese su miedo, que te cuente su sueño, así como explicarle que se trata de una emoción muy normal. Posteriormente, hay que reconfortarlo y distraerlo con otra cosa (un cuento, por ejemplo.)
También puedes ayudarte de juguetes o algunos objetos en su cuarto que le ayuden a relajarse.
¿Qué hacer en el caso de los terrores nocturnos?
En estos casos, lo más importante es no despertar a tu hijo: sólo aumentarías su confusión y sería más difícil tranquilizarle.
Lo que sí es recomendable es acompañarlo y consolarlo mientras tiene estos episodios. Puedes confortarlo con tu voz, diciéndole que es sólo un sueño, o bien, puedes colocarte junto a él.
Una vez que tu pequeño se despierte, le hará bien saber que estás ahí. No debería costarle trabajo recuperar el sueño de nuevo.
Recuerda que para evitar cualquiera de estas dos situaciones, es recomendable que tus hijos tengan buenos hábitos del sueño. Además, deben sentirse seguros de hablar y procesar sus emociones en todo momento.
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