Este siempre ha sido un problema para los padres: ayudar a los hijos a elegir su profesión. Están los padres que meten sutilmente en la cabeza de sus hijos que deben ser algo -por prestigio, posición económica-, otros que quieren que sus hijos sean lo que desean pero no brindan apoyo ni ayuda, otros que directamente no tienen la menor idea de cómo ayudarlos.
Sin duda alguna, es una decisión difícil, pero, ¿realmente estás preparado?
El problema de trabajar en algo que no nos gusta
Según encuestas, sólo el 30% de la población mayor de 31 años dice estar satisfecha con el trabajo que hace, mientras que los índice bajan mientras más jóvenes son las personas.
Trabajar en algo que no nos gusta aumenta nuestras posibilidades de sufrir ansiedad y depresión, presión alta, tienen el mismo nivel de insatisfacción que personas desempleadas.
¿Cómo ayudar a nuestros pequeños?
A partir de los cinco años, los niños tienen algunas profesiones que los “encantan”: son sus verdaderas pasiones. Lógicamente, siendo tan pequeños, es difícil identificar cuáles son sus pasiones, por eso, los padres son un buen punto de partida para que los niños busquen aquello que les encantaría ser.
Se suele creer que aquellos niños que desde pequeños tienen buena notas, se destacan, pasan los exámenes como si fueran pan comido y van a la universidad, tienen el éxito asegurado, así como también la felicidad. Cada vez más jóvenes se gradúan en títulos terciarios, pero sin necesidad de que esto signifique conseguir un buen trabajo.
Por eso, es importante fomentar y ayudar a descubrir sus pasiones: puedes buscar escuelas que fomenten las pasiones, que tengan una forma de educación diferente y que puedan ayudar a tu hijo a descubrir lo que quieren. Conoce también a tu hijo, eso te permitirá saber hacia dónde enfocarlo, pasa tiempo divertido con ellos, lee los libros que ellos leen, házles preguntas.
También dale oportunidades para “ trabajar”: algunas escuelas de educación secundaria tienen esa posibilidad antes de graduarse, sin embargo, si no es así, puedes llevarlo a tu trabajo, preguntar a amigos y familiares si pueden ir a observar su trabajo por un día. Busca tutores para las áreas que más interesen a tus hijos, y pregunta a los pequeños si realmente quieren ir a la universidad.
Cambia tu mente: test y notas no son sinónimo de suceso. Es mucho más importante conocer a nuestro hijo, entenderlo y ayudarlo, y a partir de ese punto, tener claro que debemos darle la mejor educación posible en aquello que le apasione.
¡ Ayuda a tus chicos a decidir su profesión! De esta forma, estarás consiguiendo que el resto de su vida sean exitosos y lo más importante, felices. ¿Cómo has ayudado tú a tus hijos?