Enseñar a tu niño a nadar, puede que te resulte peligroso y muy difícil, sin embargo no es así. Con un poco de práctica y paciencia lograrás que tu pequeño sea un gran nadador.

#1 Un lugar adecuado
Si cuentas con piscina en casa, lo primero que debes de hacer es instalar una malla de seguridad o protección para niños, además de la instalación de boyas que delimiten la zona hasta está permitido ingresar. Si no cuentas con una piscina propia, asegúrate de que el establecimiento donde tu hijo aprenda a nadar cuenta con la seguridad adecuada.

#2 Equipo adecuado para natación
Reúne un equipo de natación adecuado para niños que incluya lentes acuáticos y ropa diseñada para darle comodidad al niño mientras se encuentra en el agua. Una vez que tengas listo esto, puedes continuar con el siguiente paso.
#3 Su primer contacto con el agua
El primer contacto con el agua debe de ser de lo más amigable posible, no esperes que tu pequeño nade más de un metro si es la primera vez que entra al agua. Tomará tiempo lograrlo, es por eso que es importante que por lo menos durante unos días, el primer entrenamiento sea solo sentir y chapotear en la piscina. No lo fuerces a que empiece a nadar, ya que puede asustarse y entorpecer su aprendizaje. Enseñar a nadar a tu hijo no es nada complicado.
#4 Primeros ejercicios
Lo primero que debe de aprender tu pequeño es que nada malo pasará si tu estas ahí para cuidarlo. Comienza con la técnica básica imitando a algunos animales como el perrito, anímalo a mover sus brazos y piernas procurando siempre sacar la cabeza. Es probable que las primeras veces tu pequeño se hunda, para esto será mejor si usas una tabla de surf miniatura, de esta manera obtendrá el apoyo que necesita además de servirle para aprender a mover las piernas.
#5 Lo más importante es la diversión
Evita forzar a tu pequeño a que nade, lo más importante es que él se sienta cómodo en el agua y poco a poco comenzará a nadar. Trata siempre de estar con él, que sienta tu apoyo y seguridad mientras está dentro del agua. Nada junto con él de manera que pueda imitar tus movimientos. La diversión es la base mientras está aprendiendo a nadar, disfruten del agua y del sol, mientras enseñas a nadar a tu hijo.
Tu hijo amará el agua cuando sepa nadar. Los veranos serán diferentes para él y, de alguna forma, su confianza en sí mismo mejorará.