Los asmáticos temen la práctica de una actividad física o deportiva por temor a provocar una crisis de asma. Salva aquellos que tienen alguna dificultad respiratoria severa o una grave infección broncopulmonar, todos los asmáticos pueden hacer deporte, a condición de seguir un tratamiento adaptado.
La práctica de una actividad está incluso recomendada a los asmáticos. Un deporte regular permite favorecer la facilidad respiratoria para afrontar ciertos esfuerzos más difíciles. Además de aumentar la aptitud física, la práctica de una actividad física está recomendada para prevenir eficazmente la aparición de crisis de asma, o un eventual broncoespasmo. A todas estas ventajas se añaden otros beneficios que el deporte ofrece a la salud física y psicológica.
El deporte más aconsejable para asmáticos
Muchos deportes pueden ser practicados, a parte del buceo y submarinismo con botella de oxígeno. Esta actividad está formalmente prohibida, puesto que favorecería una crisis asmática; a esto se añade que es imposible inhalar un medicamento en el fondo del agua. Por otro lado, hay ciertos ejercicios físicos deben evitar los asmáticos, por ejemplo, por ser demasiado violento.

Entre las disciplinas para asmáticos que se deben favorecer está la natación, que sólo se debe practicar con buen tiempo. Por otro lado, la resistencia como los deportes de invierno es muy recomendable. En general, las actividades que requieren un trabajo respiratorio son beneficiosas, puesto que permiten una correcta oxigenación de la sangre y garantizan un mejor funcionamiento de los músculos. Por supuesto, la opinión de nuestro médico sigue siendo indispensable. Él sólo puede permitiros la práctica de aquella actividad física que pretendemos realizar.
Deporte y asma, las precauciones que se deben tomar
Además del tratamiento habitual, ciertas precauciones elementales deben considerarse para evitar la falta de aire o la tos. Los asmáticos deberían practicar una actividad física en un entorno sano, alejado de la contaminación. Practicar un deporte en malas condiciones climáticas, como un tiempo frío y demasiado seco, está desaconsejado.
La sesión de calentamiento también es importante, puesto que permite preparar el cuerpo para el esfuerzo. Igualmente, la intensidad del esfuerzo debe realizarse de forma progresiva. Un cuarto de hora antes de comenzar, conviene inhalar el medicamento que nuestro médico nos haya prescrito.
Finalmente, y a modo de conclusión, si el deporte elegido se desarrolla al aire libre, debemos llevar un gorro, una bufanda y unos guantes, sobre todo en invierno. Por lo tanto es inútil recordar que es esencial llevar siempre consigo el tratamiento recetado por el médico para prevenir una posible crisis de asma. En caso de sentir alguna dificultad, debemos ralentizar el ritmo, e incluso realizar una pausa para respirar mejor.