La moxibustión es una terapia de origen chino relacionada con la acupuntura. La moxibustión sirve para relajar el cuerpo y la mente, para aliviar dolores y se utiliza como técnica complementaria en acupuntura.
Esta técnica milenaria emplea exclusivamente la planta conocida como Moxa o Artemisa Vulgaris, la Artemisa. Esta planta se muele hasta convertirla en polvo y se arman como unos cigarros que al quemarse cerca de la piel del paciente, produce un calor en la zona.
Este calor se ejerce sobre los puntos de acupuntura con la intención de estimular el sistema circulatorio mejorando el flujo sanguíneo y la energía Chi del organismo. Se piensa que la moxibustión es efectiva contra resfríos, descomposturas y debilidad.
Con la moxibustión se logra una sensación agradable en todo el cuerpo, es sumamente relajante y es bueno para aliviar algunas dolencias como el lumbago, dolores articulares, trastornos digestivos, insomnio y dolores menstruales entre muchas otras.
Se cree que la moxibustión es anterior a la acupuntura y que precisamente esta técnica antiquísima fue el origen de la acupuntura. La medicina tradicional china, demostrando su sabiduría, ha sabido fusionar esta técnica que podría haberse considerado como obsoleta en su momento, y lejos de dejarla de lado la sigue empleando como técnica complementaria.
La moxibustión puede ser aplicada de distintas formas:
Con agujas de acupuntura: Las agujas de acupuntura llevan en el extremo una bolita de Moxa que se prenden fuego al ser colocadas en el punto del cuerpo específico, no esta indicado en todos los casos.
Conos: La Moxa se prensa y se hace como una especie de incienso que se enciende sobre hojas de jengibre o de ajo para evitar quemaduras.
Puros: Se prensa la Moxa y se arman como unos cigarros o puros, estos se encienden y se acercan al cuerpo del paciente a unos cuatro centímetros de la piel.