Tus amigos te invitan a salir, pero vos tenés que dar un parcial el martes, entregar dos trabajos el miércoles y cumplir con tu demandante vida académica.
Sabemos que sos el que siempre dice “Voy, pero me vuelvo temprano”. Para que no te sientas solo, hicimos una lista de algunas situaciones por las que todo estudiante universitario pasó alguna vez. ¡Te entendemos!
#1 Me queda un día, 5 horas y 20 minutos
Falta poco para el parcial que tenés que dar y te ponés a calcular cuánto tiempo te queda antes de rendir. ¿Sos de los que contempla que puede seguir leyendo en el colectivo y que esa noche no va a dormir? ¡Relajate! Nadie puede mantenerse despierto y concentrado por 24 h seguidas (y vos lo sabés).
#2 Hoy NO salgo
Estás atrasadísimo y decidís que este finde no salís, pero… del dicho al hecho, hay un largo trecho.
Lo más probable es que te quedes en tu casa para no sentirte culpable y que, después de varias horas, te des cuenta de que ya se te pasó la noche y que solo leíste el prólogo del libro. La otra opción es el conocido “ya fue”. No importa si te invitaron a ver la final del torneo de pesca con mosca, cualquier excusa es buena con tal de NO estudiar.
#3 El arrepentimiento pre final
Tenés que dar un final, empezaste a estudiar con tiempo, te pediste el día en el trabajo y, sin darte cuenta, ya lo tenés encima. Entonces, juntás coraje, pero no es suficiente.
No te presentás a rendir. En el peor de los casos, te vas hasta la facultad y minutos antes de que te llame el profesor, te arrepentís. Sabés que todavía te quedan dos fechas más, ¿y por qué vas a hacer hoy lo que podés hacer mañana?
¡Dale! No la patees más y animate.
#4 Misión imposible
Todas las carreras tienen una materia famosa por su historial de alumnos bochados. Esa que decimos que no vamos a dejar para el final de la carrera, PERO es con la que nos recibimos.
Por lo general, después de cursarla nos damos cuenta de que no era tan grave. ¡Ups!
#5 El fin de cuatrimestre
Cuando se termina el año se junta todo, las cuatrimestrales, las anuales, las entregas, los parciales y sobre todo, mucho, pero mucho estrés. Al finalizar el cuatrimestre, tu aspecto siempre luce... desastroso. ¿Los responsables? Las pocas horas de sueño y una alimentación a base de puros snacks.
#6 ¿Y el título para cuándo?
¿Y la tesis? ¿Ya te recibiste? ¿Cuánto te falta? Y podríamos seguir enumerando todas las preguntas que desearíamos no volver a escuchar jamás, pero que nuestros amigos y familiares se empecinan en repetirnos. No te preocupes, solo vos sabés el sacrificio que significa ser estudiante.
Te recomendamos que cada vez que puedas, aproveches para relajarte y cambiar de aire. Estamos seguros de que lo necesitás y, sobre todo, ¡te lo merecés!
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Hay situaciones que a todos nos vuelven locos ¡Tranquilo! Respirá la frescura de Halls y #CambiáDeAire