Muchas veces nos dejamos tentar por la medicina alternativa para solucionar nuestros males más comunes. Pero en ocasiones, nos damos cuenta de que no funcionan como creíamos o como nos hubiera gustado. Sin embargo, eso no quiere decir que nos hayamos equivocado al elegir esta opción de tratamientos, sino que quizás sea otra cosa la que ha ido mal si estamos seguros que las hierbas que hemos seleccionado sirven al fin que perseguíamos.
¿Por qué no funcionan ciertas hierbas?
A veces, no es una cuestión de que nos hayamos equivocado de hierba, sino de habernos equivocado, por ejemplo, en las dosis. A bajas cantidades no se logra el objetivo, y si nos pasamos podríamos acabar por sufrir efectos adversos. Es por ello que resulta realmente importante tener que medir con exactitud los ingredientes en cualquier preparación.
Como en cualquier otro tipo de compuesto o receta, la calidad de los materiales con los que preparamos el contenido de la misma variará su efectividad. Es por ello que resulta importante comprar productos que nos garanticen la procedencia y sobre todo que no sean de los desechados por fabricantes o envasadores de marcas de prestigio. A no ser que quieras que al final tu remedio natural no funcione.
Precauciones a tener en cuenta
En realidad, cuando las hierbas no funcionan como crees puede haber una explicación de la que sí deberíamos preocuparnos con cierta importancia. Es más, puede ser que tu medicina natural no funciona porque no has valorado bien la enfermedad, sino que simplemente te has quedado en los síntomas y puede que estés atacando un problema que no existe, y complicando el real.
Es por ello que antes de ponerte a buscar soluciones a una dolencia con medicina natural deberías plantearte si es realmente esa dolencia la que debes tratar, o si hay otra que esconde en esta la causa del problema. Y esto resulta fundamental porque, por ejemplo, si nos duele el estómago, pero ese dolor proviene de nervios, de nada nos servirán los remedios que sirven para atajar problemas de digestión, sino que quizás empeoren lo que sufrimos.
La medicina natural es siempre un buen remedio, pero hay que saber utilizarla y además, tomar las precauciones para que no se vuelva en nuestra contra.