El espliego es un arbusto de hojas siempre verdes originario del Mediterráneo occidental, que crece junto a la lavanda a una altitud moderada. Alcanza los 90 centímetros de altura y su base es muy dura. Tanto las flores, de color azul o violeta, como las hojas son muy aromáticas. Se recolecta durante los meses de diciembre y enero, cuando están abiertas las flores.
El espliego es muy parecido a la lavanda (Lavandula angustifolia). Con el nombre científico de Lavandula latifolia medicus, el espliego es también conocido como alhucema. A veces forma híbridos con la lavanda, conocidos como lavandines.
Según el libro “Fitoterapia: vademécum de prescripción”, editado por Bernat Vanaclocha y Salvador Cañigueral, el espliego es recomendado para la astenia, dispepsias hiposecretoras, espasmos gastrointestinales, disquinesias hepatobiliares, gastroenteritis e infecciones dérmicas. Tradicionalmente se le atribuye una acción tonificante, antiséptica y antiespasmódica. Frecuentemente se utiliza como corrector organoléptico y en preparados cosméticos y de perfumería, por su agradable aroma canfóreo.
Las flores en infusión sirven para tratar las molestias digestivas, acabar con los gases intestinales y como estimulante y antiespasmódico. También ayudan a curar las irritaciones de garganta y a tratar el asma de tipo nervioso. Las flores en tintura alivian el insomnio, las migrañas y la depresión. Las flores, por vía externa en aceite o como compresa, sirven para cicatrizar quemaduras, heridas y llagas. Pero ten cuidado, pues en algunas personas el espliego puede producir procesos alérgicos.
Para preparar una infusión digestiva y estimulante, utiliza 30 gramos de flores y un litro de agua. Pon las flores en un recipiente y añade el agua hirviendo. Deja reposar 5 minutos, cuela y reserva. Bebe una tacita después de las comidas. Los naturistas recomiendan tomar una infusión de espliego en caso de padecer dolores leves de cabeza. Si padeces migrañas, puedes masajear las sienes con aceite de espliego, mezclando 20 gotas con 20 cm3 de aceite portador.
Pero no solo tiene propiedades medicinales, sino que también es una eficaz herramienta en la guerra contra las hormigas. Si estos incansables insectos invaden tu casa, puedes erradicarlas colocando pequeños montones de espliego en aquellos lugares por los que suelan aparecer.