La rectitis o inflamación rectal es una enfermedad que puede provocar muchos problemas, dolores y sangrados. Sus causas son variadas, pero en la mayoría de los casos, siguiendo las indicaciones del médico, la curación se produce rápidamente y sin dificultades. Veamos de qué trata este tipo de enfermedad, para saber cómo se debe tratar la inflamación del recto.
La inflamación rectal puede ser debida a diferentes causas, pero en grandes líneas, las más frecuentes son las siguientes: infecciones, ser portador de una enfermedad autoinmune, ser portador de una enfermedad sexualmente transmisible o por razón de sustancias nocivas que han entrado en contacto con el recto. Una vez que se ha detectado la causa, se aplica el tratamiento bajo control médico, con resultados favorables para el paciente.
Los principales síntomas de la inflamación del recto son:
- Dolor y molestias en el recto
- Estreñimiento
- Heces sangrantes y dolor al evacuar
- En ciertos casos, se constata secreciones de mucosidad por el recto
Frente a una inflamación rectal, las molestias son evidentes. Por esta razón, conviene acudir enseguida al médico para realizar un control detallado. Con un examen de las heces y una rectoscopia, normalmente se puede confirmar el diagnóstico. En función del origen de la enfermedad, se aplica un tratamiento que, generalmente, consiste en administrar antibióticos para eliminar la infección. Los esteroides también pueden ser administrados en función del tipo de inflamación rectal.
Para tratar la inflamación rectal, además de la medicación oral y los supositorios, se puede optar por una crema a base de hidrocortisona con el fin de limitar las molestias, pero en todo caso, conviene acudir a un médico, porque cuando se presenta sangre y secreción utilizar crema, no siempre es lo más recomendable.
La alimentación
Además del tratamiento médico, es importante evitar los alimentos que pueden naturalmente producir irritación intestinal y rectal, como las especias, las comidas muy condimentadas, la cafeína, o los productos lácteos. Se debe seguir un régimen alimenticio sano con alimentos, preferentemente, suaves y fáciles de digerir.
Es importante beber mucha agua para mejorar el tránsito intestinal y reducir el estreñimiento, que es uno de los síntomas más molestos de esta enfermedad. También se deben aumentar las dosis de alimentos ricos en fibras para facilitar la evacuación y reducir el dolor: los cereales integrales, las espinacas, el brócoli, la avena, o la papaya son buenos porque ayudan a mejorar los síntomas y a tratar la inflamación rectal.
Las personas que mantienen relaciones sexuales anales son las más susceptibles de sufrir inflamación rectal, normalmente por razones de la transmisión de enfermedades sexuales. Por esta razón, es importante hacerlo con seguridad, utilizando preservativos especialmente concebidos para el sexo anal.
Tratar la inflamación rectal es importante, ya que te aliviará muchas molestias y prevendrá problemas mayores. ¡Mucho ánimo para mejorarte!
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