Cuando una persona sabe que tiene unos cuantos kilos de más, es conciente de que deberá realizar un esfuerzo físico mayor de lo normal para poder bajarlos. Y esto no suele ser demasiado motivante a la hora de comenzar a entrenar.
Si sufres de obesidad y has tomado la decisión de hacer ejercicio es un paso muy importante, pero por eso mismo, no debes desanimarte pensando en que bajar de peso será una tarea imposible. Con un poco de paciencia y constancia, verás que la actividad física combinada con una mejor alimentación hará sus efectos más pronto de lo que imaginabas.
¡Anímate a entrenar desde hoy! Ten en cuenta las siguientes alternativas para comenzar a entrenar siendo obeso.
El baile de la silla. Cuando una persona es muy obesa hasta el apoyo de su propio peso puede ser complicado. Por ello, es recomendable que comiences una sesión de ejercicios de bajo impacto sentado en una silla: mueve tus brazos y tus piernas al ritmo de la música. ¡Mucho más divertido y estimulante!
Aerobics en el agua. Hacer ejercicio en el agua es muy placentero con la ventaja de que nuestros músculos trabajan mucho más: la resistencia del agua demanda mayor esfuerzo para cada movimiento. Además, el apoyo y la sensación de ingravidez que tenemos cuando estamos en el agua resulta más fácil para una persona obesa, pues no tiene que lidiar con su propio peso.
Caminar. Ya te hemos hablado varias veces de los numerosos beneficios de caminar: algo tan simple como un paseo a pie por el parque es una buena forma de comenzar a entrenar. Empieza de a poco y lentamente para luego ir incrementando la velocidad y las distancias de cada recorrido. ¡Te sorprenderás de lo rápido que serán los resultados!
Comienza lentamente. Es una buena forma de empezar y reconocer el progreso cuando logramos avanzar. No aspires a tener resultados mágicos de un día para el otro, pero no tengas dudas de que todo dependerá de tu constancia, tu esfuerzo y por sobre todo, de tu voluntad.