Un estudio desarrollado por Friedman y Martin determinó las claves para vivir mejor una vida larga, siendo algunas diferentes a lo que podríamos pensar. Esta investigación fue publicada recientemente en el libro “El Proyecto de la longevidad: descubrimientos sorprendentes para salud y larga vida, de referencia de ocho décadas de estudio".
Las claves para vivir más según este estudio son:
-El matrimonio puede ser bueno para la salud de los hombres, pero en realidad no es mejor para las mujeres. Los hombres casados generalmente alcanzan la edad de 70 años y más, mientras que menos de un tercio de los hombres divorciados vive más de 70 años. Estar divorciadas es mucho menos perjudicial para la salud de las mujeres, resultando que las que no se volvían a casar vivieron casi igual que las que estaban casadas por mucho tiempo.
-"No trabaje demasiado duro, no se estrese”. Esta frase no fue verdadera para este estudio, ya que las personas muy productivas vivieron mucho más que las personas más relajadas.
-Comenzar la educación a una edad muy temprana fue un factor de mortalidad más temprana. Tener tiempo de juego suficiente y ser capaces de relacionarse con sus compañeros de clase es muy importante para los niños.
-Jugar con las mascotas no se asoció con una mayor vida útil: si bien pueden mejorar el bienestar, no son un sustituto de la vida social.
-Los veteranos de guerra tienen menos probabilidades de vivir una vida larga, pero es sorprendente que el estrés psicológico de la guerra en sí no es necesariamente una amenaza para la salud. Más bien, es una cascada de patrones saludables. Los que encuentran sentido a una experiencia traumática y son capaces de restablecer una sensación de seguridad sobre el mundo suelen ser los que viven saludablemente.
-Las personas que se sienten amadas y cuidadas tienen un mayor sentido de bienestar, pero no les ayuda a vivir más tiempo. La ventaja más clara de la salud de las relaciones sociales viene de estar ayudando a los demás. Los grupos se asocian con frecuencia según el tipo de persona, siendo los saludables de un grupo y los que no lo son tanto de otro.
Según los investigadores, nunca es demasiado tarde para elegir un camino más saludable. El primer paso es deshacerse de las listas y dejar de preocuparse por preocuparse.