Medicina Alternativa

Aprender a respirar para serenarse

1 Dic 2014 – 01:00 PM EST

Los yoguis lo saben desde hace miles de años. Los científicos lo demuestran hoy en día: para conseguir mayor paz interior, no hay nada como aprender a respirar. Se trata de hacerlo en profundidad, lentamente, y con plena conciencia.

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Respirar bien no es algo que funcione automáticamente. Si biológicamente estamos equipados para una respiración óptima, en realidad estamos hechos igualmente de pensamientos y de afectos... Nuestra respiración está directamente relacionada con las emociones. En cuanto estas nos perturban, la respiración se modifica.

La correcta respiración

Si mantenemos una frecuencia respiratoria rápida, correspondiente con un estado de estrés o de ansiedad, prolongamos esta emoción. Como somo los únicos seres vivos en poder actuar sobre la frecuencia y la amplitud de nuestra respiración, la primera cosa que debemos hacer es bajar la frecuencia respiratoria para reducir el estrés. La frecuencia media es de quince respiraciones por minuto. En personas en estado meditativo, la frecuencia se reduce a seis.

Respirar bien es por lo tanto el medio más sencillo y más natural de controlar las emociones y calmar rápidamente el cuerpo y el espíritu. Pero una buena respiración no sólo tiene el poder de regular nuestras emociones y de eliminar el estrés, también actúa directamente sobre la salud. El aire que inhalamos es una sutil mezcla de oxígeno, azote, vapor de agua, gas carbónico y elementos químicos diversos. Este oxígeno nutre los glóbulos rojos de la sangre, que lo distribuyen a su vez en los órganos y tejidos. Cuanto mejor respiramos, mejor nutrimos nuestro organismo.

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Pero una buena respiración puede hacer mucho bien. Regulación del sistema cardiovascular, reducción de la tensión arterial, refuerzo de las defensas inmunitarias, equilibrio de la acidez sanguínea..., la lista de sus beneficios es enorme.

Es importante no cambiar de golpe la respiración de la noche a la mañana. Mejor es empezar por tomar conciencia de la manera en cómo se respira. Para ello, basta con tumbarse sobre la espalda, e intentar sentir el movimiento del pistón del diafragma, ese músculo que se baja para liberar la parte superior el abdomen y permite a los pulmones "hacer el lleno".

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Conciencia y respiración

Tomar conciencia es sentir que durante la respiración el vientre se infla, las costillas se separan, la parte inferior de los pulmones se llena de aire; luego, el nivel de aire aumenta en los pulmones, conllevando el levantamiento de la caja torácica hasta el nivel de las clavículas. Con la expiración, el diafragma remonta, por lo tanto el vientre se aplana; y los pulmones se vacían de aire, la caja torácica se reduce.

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Si ventilamos bien, es decir, que respiramos un volumen de aire suficiente, tenemos tendencia a respirar demasiado rápido. Sin embargo, para la mayoría de la gente, respirar bien es tomar una gran inspiración sin ocuparse de la expiración. Para una respiración óptima, la espalda debe estar derecha y debe respetar las curvas naturales de la nuca y de los riñones.

Una vez bien colocados, se respira por la nariz, tomando conciencia del aire fresco en la inspiración, del aire caliente en la expiración. Una expiración que debe prolongarse el máximo posible, sin forzarla. 

Sin duda alguna, la respiración es clave para serenarse y controlar las emociones de forma tal que podamos vivir saludablemente, tanto física como emocionalmente. 

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