El tomillo ( Thymus Vulgaris) es ampliamente cultivado para su uso culinario pero también ha sido utilizado como planta medicinal durante siglos, especialmente como antiséptico para enfermedades respiratorias y para trastornos digestivos.
El aceite de tomillo se extrae de las partes aéreas de la planta mediante un proceso de destilación. El principal componente del aceite esencial de tomillo es el timol, que tiene grandes propiedades medicinales. El timol es una sustancia muy potente y puede llegar a ser toxico si no lo utilizamos correctamente.
Este tipo de aceites se usan en aromaterapia para tratar muchos problemas de salud. Para esto podemos usar un difusor o un hornillo para perfumar el ambiente con un agradable aroma, y de paso, aprovechar las múltiples propiedades medicinales del tomillo.
El aceite de tomillo es indicado para tomar baños calientes. Mezclando de 20 a 40 gotas en gel de baño, la incorporamos a una bañera de agua caliente y durante 15 minutos obtendremos un efecto relajante y oxigenante, gracias a la buena circulación que produce.
Para masajes y aplicaciones externas usamos 20 gotas de aceite esencial de tomillo en una taza de aceite vegetal de almendras, de jojoba o de sésamo. Es bueno encontrar el tipo de aceite que a uno más le gusta para mezclarlos y prepararse ese aceite para masajes que estaba buscando.
Unas pocas gotas de aceite de tomillo en una taza de infusión de eucaliptos resulta un remedio natural antiviral, antibacterial, antiséptico, estimulante del aparato respiratorio y expectorante. También es bueno para el sistema inmunológico y es un tónico energizante natural.
Las propiedades del aceite esencial de tomillo son útiles para casos de malestar estomacal, cólicos, diarrea y para todos los trastornos estomacales en general.
Además su acción de tónico energizante estimula el cerebro y la memoria, es buena para casos de debilidad o fatiga crónica y eleva la baja presión arterial.