A muchas mujeres les gusta cuidarse las manos, mantener la piel bella y sana, y por supuesto, dar un poco de color pintándose las uñas. Parece mentira que algo tan pequeño demuestre tanto, ¿verdad? Y es que unas manos cuidados sin duda la idea de una persona que se cuida y aprecia la estética.
Pero lamentablemente las uñas, como muchas otras partes de nuestro cuerpo, sufren alteraciones muy poco agradables. A todas nos ha pasado alguna vez de tener que lidiar con uñas débiles o lo que es peor, tratar de evitar ese feo hábito de comernos las uñas o las cutículas. Pues, estas cosas se pueden evitar y hoy te lo contamos todo.
UÑAS DÉBILES
Qué conviene: Su flexibilidad extrema hace que las uñas se doblen con demasiada facilidad. Son reflejo de una dieta pobre en minerales. Los aceites fortalecedores, a diario, serán el tratamiento ideal.
Qué evitar: Cortar las uñas con tijeras o limarlas, porque su fragilidad puede favorecer que se deshagan en capas. Es mejor cortarlas con alicates o con un cortauñas en línea recta y alisando el contorno con lima de esmeril.
Un consejo: Seguir un tratamiento continuado de choque, con aplicación diaria de aceites fortalecedores, cremas nutritivas y evitar la aplicación de esmaltes durante este tiempo.
UÑAS MORDIDAS
Qué conviene:Usa esmaltes que, al contacto con la saliva, desprendan un sabor intensamente amargo y desagradable, provocando su rechazo. Suelen ser transparentes y se pueden aplicar solos o sobre el esmalte de color.
Qué debe evitarse: Lleva las uñas naturales sin esmalte y sin cuidados, porque es más fácil atreverse a morder unas uñas de apariencia desaliñada, que morder unas uñas pintadas y bien cuidadas.
Un consejo: Morderse las uñas debilita su crecimiento, por lo tanto será muy beneficioso usar lociones y aceites fortalecedores, que endurezcan su estructura. Unas pinceladas de yodo blanco les da consistencia.