Depilarse es cosa de todo el año. Claro que cuando llega el calor lo hacemos más seguido que en invierno pero lo cierto es que sacar esos feos pelitos se ha convertido en algo corriente en nuestras vidas. Y por eso, buscar el mejor método para tí debe ser algo importante. En el día de hoy te seguimos hablando de las ventajas y desventajas de cada técnica de depilación. No te lo pierdas.
DEPILARSE CON HOJA: Higiene y rapidez
Qué conviene: El mejor momento es aprovechar la ducha porque la piel está húmeda y resulta más cómodo. Esta técnica es rápida e higiénica, pero exclusiva para las piernas, axilas e ingles. Sólo dura dos días, el tiempo que el pelo vuelve a crecer.
Qué evitar: no se puede efectuar sobre la piel seca porque aparecen granitos y algunos pelitos pueden enquistarse. Tampoco se puede efectuar antes de una exposición solar o inmediatamente antes de practicar natación porque el cloro de las piscinas puede irritar la piel sensibilizada.
Una sugerencia: Existen productos específicos para este tipo de depilación, que están formulados con extractos suavizantes como el aloe vera. A medida que la hoja va cortando el vello, desprende una emulsión ultrafina que reequilibra la piel agredida.
DEPILARSE CON CERA: Tibia o caliente
Qué conviene: La cera tibia es el mejor sistema para depilar las piernas con problemas de varices, arañas vasculares o simplemente con mala circulación sanguínea. Su temperatura es igual que la del cuerpo y, por lo tanto, no quema ni dilata la piel. Dura de tres a cuatro semanas y es muy higiénica.
Qué evitar: La cera caliente no se recomienda en piernas con problemas circulatorios, en pieles extremadamente sensibles, irritables ni tampoco con problemas de psoriasis o de descamación.
Una sugerencia: Para evitar que los pelitos se encarnen, se recomienda efectuar antes una exfoliación y, a continuación, frotarse con el guante de crin. De esta forma, se consiguen levantar los pelitos que por inercia de crecimiento no cruzan con normalidad la piel.