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¿Qué corte de pelo va mejor con tu rostro? (Parte 2)

11 May 2009 – 02:13 PM EDT

Todas buscamos un estilo personal, que nos defina y refleje, pero no todo es conveniente. El pelo es sin duda algo muy importante. Enmarca y embellece el rostro y nos da una imagen muy fuerte de nosotros mismos. Pero no todos los cortes sirven para los diferentes tipos de cara.

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Un hermoso corte de cabello en el rostro equivocado puede ser tan malo como el peor corte de que te hayas realizado en tu vida. Por eso, es importante tener en cuenta si tu rostro es redondo, triangular, ovalado o cuadrado. Conociendo la forma de tu rostro, sabrás que corte te favorece más.

Hoy te contamos como identificar tu tipo de rostro y que tipo de corte va mejor para ti. Recuerda que mantener tu cabello sano también es una buena forma de lograr un mejor corte.

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Rostro ovalado:

Los rostros ovalados o alargados tienen las mejillas estrechas y la cara larga. Elige peinados que llenen la cara y proporcionen volumen como, por ejemplo, las mechas desafiladas sobre el rostro y la frente. Con este tipo de cara conviene una media melena cortada en capas bastante largas, que adquiera volumen al aplicar gel o espuma. Los rizos, en peinados cortos o largos, son ideales para que el rostro ovalado adquiera volumen.

Es importante evitar las melenas largas y lacias, los peinados como la raya al medio y, también, los peinados cortos. No caigas en la tentación de alisarte demasiado la melena. Con ello solo conseguirás acentuar más la cara larga.

Rostro cuadrado:

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La cara es ancha y en ella se destaca la mandíbula como rasgo predominante. Este tipo de rostros necesitan cortes que escondan y suavicen los ángulos: flequillos y medias melenas ahuecadas desde la raíz. Si llevas una melena larga, deja caer algunos mechones sobre la cara. También te favorecerán las medias melenas onduladas o con capas rebajadas y flequillos asimétricos o hacia un lado, para armonizar tu rostro.

Es importante evitar las medias melenas rectas y, en general, aquellos peinados que endurecen los rasgos de la cara. Ese tiene que ser el primer objetivo para un corte encertado: esconder los ángulos y suavizar las facciones.

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