Tienes que salir con una amiga, o es tu primera cita. O quizá tienes que acudir a una boda o al cumpleaños de una amiga... En cualquiera de estos casos, ¡apuesto a que piensas en tu aspecto! Tienes en tu mente el maquillaje, el peinado y la vestimenta que utilizarás con varios días de anticipación. Es más: seguro que lo has apuntado todo en un papel para pensar en posibles combinaciones.
En síntesis, eres una maniática de la belleza y seguro que has atravesado estas experiencias...
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Tu cara = máscara
El calor y la luz del sol nunca llegan a tocar la piel de tu rostro: ¡una buena capa de maquillaje siempre está allí para interponerse!
Te bañas una y otra vez
¿Tu actividad favorita en el mundo? ¡Bañarte!, amas el contacto del agua con tu piel, por lo que siempre encuentras alguna excusa para entrar en la ducha.
Si alguien quiere usar el baño, tú siempre estás allí. ¿Los golpes desesperados en la puerta? Tranquila, yo también los he sentido.
El protector solar es tu mejor amigo
Tú lo sabes: cuanto menos sol te dé en la piel mejor será tu tez... ¡El protector solar es para ti como una barra de chocolate! No lo sacas por nada de tu bolso.
Ver también: Cómo maquillarse para ir a la oficina
Siempre estas preparada ante las inclemencias del tiempo
Si empieza a llover estás lista: un buen paraguas (o bolsa de plástico en momentos desesperados) para no estropear tu peinado, unos guantes para no arruinar tu manicura y si hace frío... una buena bufanda para que tu maquillaje no se estropee. ¡Siempre lista!
Llevas siempre un kit de maquillaje en el bolso
¿Y si se te quita el pintalabios o se te borra el delineador? No puede ser, no puedes ir mal maquillada por la vida. Tu neceser de maquillaje en tu bolso es una obligación, ¡SÍ o SÍ! Y por supuesto... el espejo no puede faltar.
Mucha agua para una buena hidratación
Tú sabes que el agua es necesaria para tu organismo, para estar saludable y con energía. Pero también sabes que es necesaria para tener una piel tersa y estupenda y para que tu cabello se vea radiante.
Entonces, cuando te preguntan: "¿Qué quieres beber?". La respuesta es cantada.
Esto es lo que nosotras hemos vivido. Y tú, ¿qué otra experiencia has atravesado que denota que eres una maniática de la belleza?