Además del orden, la elección de los colores importa mucho a la hora de optimizar el espacio de un salón. La regla es sencilla: demasiados colores oscuros ofrecen una sensación de estrechez en el interior de la casa. A su vez, los colores claros garantizan una impresión de amplitud mucho mayor. Para conocer más detalles, en esta entrega te compartimos algunos trucos para ampliar un espacio utilizando jugando con la iluminación y la paleta de colores.
Colores para hacer más grande una habitación
El salón es un lugar de reunión y de convivencia, y por eso importa garantizar cierta libertad de movimiento. Por ejemplo, se pueden pintar las paredes de amarillo pollo, dejando la parte de abajo de otro color, por ejemplo en marrón oscuro. Se debe elegir el color verde claro para el techo. Para el suelo conviene elegir colores cálidos como un rojo claro y granate.
También puede servirte la siguiente regla: 60-30-10 para armonizar los colores en todos los espacios de la casa. Para un salón cuyo espacio tiene una gran importancia, el color claro debe cubrir el 60% de la habitación, el color oscuro el 30%. El 10% restante está destinado a los muebles y los accesorios de decoración.

Basta con intercambiar los porcentajes de colores entre los oscuros y los claros, y el espacio parecerá más pequeño. El color de los muebles debe ir en función de las paredes, del techo y del suelo, o a la inversa. Intenta ordenar con diligencia el mobiliario de cada habitación, no abuses de los accesorios decorativos.
¿Cómo utilizar la iluminación para ampliar un espacio?
Más que aparatos de iluminación, las lámparas constituyen unas piezas decorativas en el conjunto de la casa. Además de la decoración, juegan un papel importante en la optimización del espacio. Los apliques murales y los plafones no molestan en un salón. Están en un buen sitio en un despacho, en la cocina o en el cuarto de baño.
La elección de la bombilla está en función de la cantidad de luz que deseamos para cada habitación. La bombilla fluorescente garantiza una temperatura ambiente. El halógeno evita una luz demasiado intensa. Las dos fuentes de luz son ideales para un salón donde dominan los colores claros, de ahí la impresión de tener mayor espacio.
Nada nos impide servirnos de una lámpara de araña, incluso si nuestro objetivo es el de crear una sensación de amplitud en las habitaciones. Para una habitación destinada a recibir a los invitados, se puede escoger un color claro para el techo. Las lámparas en este caso optimizarán el espacio, incluso si los muebles son de un color oscuro.
Los flexos son ideales para un despacho, en la medida en que no queramos incorporar apliques en la pared. En cualquier caso, el haz de luz debe estar orientado hacia la zona de trabajo, creando un ambiente tipo claro/oscuro en las zonas de alrededor.
Finalmente, la lámpara para la mesilla de noche debe ofrecer una luz ambiental delicada, sin por ello afectar a la sensación de espacio que todo dormitorio debería tener para no sentirnos agobiados dentro de la cama.
¿Qué te han parecido estos trucos para hacer más grande una habitación?