El elemento clave a la hora de un buen descanso es, sin duda alguna, el colchón. De su comodidad y estabilidad depende en gran parte que el sueño sea verdaderamente reparador.
Así que es tan importante saber cuál es el mejor para nosotros y cuáles son los cuidados de los colchones para hacer que su vida útil sea más larga.
IMujer comparte contigo esos consejos que harán que tus sueños sean más placenteros y te despiertes cada día como nueva.
¿Colchón duro o colchón suave?

Existe la tendencia a creer que los colchones duros son más recomendables para descansar, pero esto no es del todo cierto. Lo importante es que el colchón distribuya el peso del cuerpo de la manera correcta, es decir, que se adapte a la curvatura natural de la columna vertebral.
¿Qué colchón comprar?

Lo primero que hay que tener en cuenta es que hay distintos tipos de colchones. Nuestra elección dependerá del presupuesto y de si tenemos algún tipo de dolencia. Los tipos de colchones son:
De muelle
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Los colchones más populares por ser económicos y resistentes. Están hechos a base de alambres que toman precisamente forma de muelles que se fijan en un contorno de varillas de acero y sobre el cual se extiende un manto de fibras y espuma.
Tienden a sufrir con el paso del tiempo de deformaciones en los muelles de la parte central. Pero del lado positivo, podemos señalar su elasticidad, amortiguación y transpiración.
De Látex
El siguiente paso en la evolución de los colchones. Su parte interna y central está hecha de látex enfundado en un acolchado.
Existen dos tipos: natural, cuyo látex proviene del árbol del caucho, y permite que la columna adopte una correcta posición, y sintético, que es un derivado del petróleo lo que le da un olor característico y menor adaptabilidad para el cuerpo, por eso también son un poco más económicos.
Viscoelástico
De los proyectos espaciales de la NASA, llega este tipo de colchón que está teniendo una gran acogida dada su enorme adaptación al contorno del cuerpo humano, lo que absorbe el movimiento del cuerpo y son los ideales para aquellos que se mueven mucho mientras duermen.
Estos colchones se componen de varias capas de espuma de densidad variable llamada de alta resilencia desde 18 kg/m³ hasta 90 kg/m³, dependiendo de la firmeza que desee el durmiente.
Son colchones costosos debido a sus cualidades y es probable que para algunas personas resulte incomodos pues al ajustarse tan bien al cuerpo cambiar la posición después de un rato se hace un tanto difícil.
Cuidados de los colchones
Todos los colchones, independientemente de su tipo, demandan unos cuidados que te contamos a continuación:
- Permite que el colchón se ventile a diario. Entre el momento en que te levantas y que tiendes la cama deja pasar un tiempo prudencial de 15 o 30 minutos si estás en época de verano.
- Coloca una funda protectora al colchón para mantenerlo limpio y libre de ácaros.
- Una vez al año, por lo menos, colócalo en posición vertical durante 12 horas cerca de una ventana.
- Dale la vuelta al colchón periódicamente tanto vertical como horizontalmente para desgastarlo uniformemente por todos los lados.
- Trata de no pararte en el colchón y si es necesario intenta que sean en una de las orillas, no en el centro. Tampoco es recomendable sentarte siempre en el mismo sitio pues esto los va deformando lentamente.
- Cámbialo después de 10 años. Puede que este tiempo se extienda (no más de 15 años) con los cuidados recomendados, pero si sientes olores o texturas desagradable, cámbialo inmediatamente.
¿Tu colchón te deja descansar bien? Coméntanos tu experiencia.