Hoy les traigo una idea súper práctica, ideal para todas aquellas mujeres que, como yo, tienen muchos collares y no encuentran el lugar adecuado donde guardarlos. Solemos meterlos en un cajón, o adentro de alguna caja, que en definitiva nunca está a la vista ni ordenada.
Por eso, esta es la solución perfecta para organizar tus collares y tenerlos siempre visibles y prolijos, además de darle un look canchero a alguna de tus paredes vacías.
Materiales:
- 1 marco de madera, de una medida externa aproximada de 60x50 cm
- 1 pincel
- Pintura acrílica, del color que más te guste
- 1 lija de grosor intermedio
- 6 pitones de metal. ¡Se consiguen en cualquier ferretería!
- 2 soportes metálicos para colocar en la parte posterior
- 1 martillo
Paso a paso
Empezá eligiendo un color de pintura que te guste. Cuando te hayas asegurado de que la superficie de tu marco está limpia y seca para que la pintura se adhiera mejor, podés empezar a pintar. Se recomienda aplicar dos capas de pintura, y dejar secar por varios minutos entre cada aplicación.
Una vez que la pintura se haya secado por completo, lijá suavemente el marco con un papel de lija para darle un look vintage, rústico. Lo ideal es lijar en aquellas zonas donde es más habitual el desgaste, como los bordes. Vas a ver como a medida que lijás, la pintura se va gastando y deja visibles las vetas de la madera. Hacelo hasta que consigas el acabado deseado.
Continuamos colocando los pitones en el lado superior del marco. Suelen ser de muy fácil colocación y se enroscan manualmente hasta que queden firmes. Asegurate de que todos estén separados por la misma distancia.
Por último, solo falta ponerle al marco los dos soportes metálicos del lado posterior, dándoles unos golpecitos en cada extremo con ayuda de un martillo.
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Ahora sí, ¡ya está listo para que lo cuelgues en una pared y lo llenes de collares!
Podés intentar también con otros colores en base a la decoración de tu cuarto. ¿Qué te parece?
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