Bien sea para momentos de relajación en familia o para acoger cálidamente a los amigos, un sofá cómodo es muy necesario dentro de una casa, y especialmente en el salón. Pero, ¿cómo se reconoce un sofá que sea verdaderamente confortable? En esta entrega te damos algunos consejos para comprar un sofá.
Un sofá confortable debe tener formas redondeadas y suaves. Los apoyabrazos deben ser altos, las líneas redondas a nivel del mueble para que puedan ofrecer todo el calor y la comodidad necesarios.
Por consiguiente, los modelos de sofá de líneas depuradas y de diseño son las que se deben rechazar a la hora de elegir un sofá cálido y acogedor. Si la forma redondeada es la más adecuada, los modelos de sofás en ángulo también pueden ser acogedores, a condición de ponerle unos buenos cojines mullidos y confortables. Por otro lado, al probar un sofá, se debe sentir el calor y el bienestar que se desprende de él cuando nos sentamos a nuestras anchas.
Características de un buen sofá
Color y tejido de un sofá cómodo
Un buen sofá debe ser un modelo equipado con un fondo de asiento mullido y firme. Este tipo de fondo de asiento se reconoce por lo general porque lleva un relleno grueso y suave a la vez. En cuanto a los materiales, el tejido suele ser más cálido que el cuero. También se pueden encontrar buenos modelos de sofá cálidos confeccionados en alcántara, un material muy agradable al tacto.

En cualquier caso, se debe dar prioridad a las telas que permitan que la luz se refleje. En cuanto al color, se debe elegir el sofá dentro de la gama de colores naturales, como el ocre o el gris. Sin embargo, un color más oscuro también le puede ir bien. Estos últimos ofrecen mayor presencia al mueble. Por ejemplo, ese es el caso del color negro, que además ofrece la ventaja de dar un toque mucho más chic al conjunto del sofá.
El uso correcto del sofá
En función del uso que se le dé al sofá, la calidad de éste podrá adaptarse mejor a nuestras necesidades, así como la elección de la forma más correcta. Por ejemplo, si quieres un sofá para tumbarte en él, la alternativa es el sofá-cama.
También puedes optar por un sofá a base de cojines mullidos. La importancia del uso que se le quiera dar dependerá también del espacio real del que dispongas en el salón. Por eso conviene medir muy bien dónde irá instalado el sofá antes de comprarlo.
Material y color
El material del sofá tiene que tenerse en cuenta desde el primer momento. Aunque el cuero es más frío, sin embargo se trata de un material más sólido y que se mancha menos. En todo caso, la gama de tejidos es amplia, y se puede optar por los colores de una sola tonalidad, o por los estampados.
Para el color, éste se debe elegir en función del resto de la decoración del salón. El color del sofá debe acomodarse a los tonos del papel de la pared, o de la pintura del techo. El básico es el blanco, que puede combinarse muy bien con cojines de otras tonalidades.
En todo caso, conviene pensarse muy bien la elección de un sofá tapizado en blanco, puesto que se mancha mucho, y su nuestra intención es la de tumbaros encima, es posible que en poco tiempo nos hayamos arrepentido de haber escogido ese color.
En resumen, con todos estos trucos y consejos para comprar un sofá, tienes todos los elementos necesarios para poder hacer una buena elección, priorizando los materiales, colores, y relleno, para que éste se convierta en un verdadero acompañante de nuestro descanso cotidiano.