No hay nada más impresionante que una pelea entre perros. Si a tu perro suele pasarle y no sabes cómo ayudar, no te pierdas este post en donde te cuento qué hacer.
El nivel de gravedad de una pelea entre perros
Aunque parezca que van a matarse, la mayoría de los perros salen ilesos de las peleas. Si bien estos animales son capaces de herir gravemente a otros, las peleas son más rituales que otra cosa. Vienen a ser como unas acaloradas discusiones en las que hay mucho ruido, dientes y saliva, y en la cuales a veces solo hay raspones.
Cuando son perros socializados, que viven en una familia y hay un humano que se hace cargo de ellos, las peleas no resultan graves ni con heridas importantes. Pero cuando interviene algún perro salvaje o callejero, la historia cambia y pueden haber lesiones graves.

Primero: evita peleas
Lo mejor es siempre tratar de minimizar los posibles conflictos entre perros. Generalmente las peleas se dan por cuestiones de alimentos, hembras o liderazgo, por lo tanto, si tienes varios perros y las peleas son en casa, tendrás que tratar de evitarlas y mantener la paz en el hogar.
La castración y esterilización de las mascotas es una solución que debes tener en cuenta para bajar la agresividad de tu perro.

Interrumpir la lucha
A veces, aunque hagas todo lo posible para que tu perro se aleje de las peleas, igual suceden. Lo más importante es que no entres en pánico pues las peleas entre perros generalmente duran tan solo unos segundos.
Tirar de la correa no es una buena idea, ni tampoco de su collar, pues puede generar lo que se llama “agresión redirigida”, que es cuando tu propio perro te muerde como acto reflejo, por el fervor de la pelea. Además, si lo agarras del collar puedes salir lastimada con los dientes del otro perro.
Una de las cosas que puedes probar es hacer un ruido fuerte con algo metálico, para asustar a los perros y que cesen su actitud. Otra práctica que puede separarlos es mojarlos con agua fría. Estas dos opciones sirven para tratar de separarlos sin tener que intervenir físicamente. Pero a veces no dan buenos resultados y hay que entrometerse más.
Lo que recomienda César Millán, por ejemplo, es que le des un toque al perro que más enfurecido está, justo en la caja torácica, lo cual hace que se distraiga y mueva su boca hacia el lugar en donde lo tocas. La distracción y tu fuerte liderazgo harán que la pelea se termine.
Si esto no funciona y en la pelea se encuentra también el dueño del otro perro, tienen que ponerse de acuerdo los dos en agarrar al mismo tiempo a su perro de la cadera y llevarlo hacia atrás (nunca de las patas pues podrían lastimarlos).
Una vez que la pelea haya terminado es necesario que los perros estén alejados el uno del otro y que no se vean.