Hay cosas que nos parece que no combinan nunca. Y otras, que están hechas casi como dos gotas de agua. Lo cierto es que el chocolate y el vino son un poco una mezcla de ambas. Creo más bien que se podría decir que se llevan bien, aunque solo en ocasiones especiales. Sin embargo, siempre hay mucho por aprender en el mundo del vino y de todas las combinaciones que podemos hacer con él en el sentido gastronómico, y eso es lo que vamos a hacer hoy en nuestro sitio El Gran Catador, porque venimos dispuestos a enseñarte cómo hay que elegir un vino y un chocolate para que casen a la perfección.
Vinos blancos y tintos

La teoría nos dice que podemos clasificar las combinaciones del vino con el chocolate por colores. Eso quiere decir que cuando más tinto sea el caldo que seleccionemos, más oscuro podrá ser el chocolate que elijamos para combinarlo. Así, los amantes del cacao más puro podrán elegir sin lugar a dudas uno de esos Rioja intensos en los que se sienten las notas amaderadas para una sorpresa romántica. Y aquellos que prefieran los blancos más afrutados deberían pensar en un chocolate blanco de ese en el que el color clásico del cacao parece desaparecer para asegurarse del acierto.
Vinos afrutados y vinos con más sabor

Sin embargo, las cosas no podrían ser tan sencillas en quedarse todo en una teoría de los colores. De hecho, hay vinos tintos que pueden ser afrutados y suaves, y otros blancos que tienen más notas de madera y fuertes. Es por ello que existe aún una segunda clasificación basada precisamente en el sabor que nos dejan. En ese caso tomamos como referencia que cuanto más fuerte sea el gusto, más negro debe ser el chocolate. Y viceversa.
Si quieres puedes echar un vistazo a esta infografía completa sobre el tema, y de seguro que entre lo que te hemos contado y estos gráficos sobre cómo mezclar el chocolate con el vino acabas por convertirte en un verdadero experto en la materia.