Todos conocen el valor nutricional de la zanahoria, sobre todo por la presencia de gran cantidad de pigmentos carotenoides, los cuáles son precursores de la importante vitamina A. Desde tiempos remotos se emplea el jugo de zanahoria en muchos casos mezclado con algunas frutas y, según los abuelitos, es una preparación que deben consumir los enfermos y convalecientes por su alto valor nutricional.
Pero algo no queda claro: la zanahoria no puede aprovecharse totalmente para hacer un jugo, por lo que si nos basamos en los métodos empleados hoy en día donde usamos licuadoras y procesadores de alimentos, la manera más fácil de extraer el jugo es añadiendo una cierta cantidad de agua a los trozos de zanahoria, y licuar.
Sin embargo, luego de esto debemos filtrar con un colador o tamiz para quedarnos con el jugo limpio. Entonces surge un inconveniente, ¿qué hacer con la porción de zanahoria molida que aún contiene nutrientes importantes y que nos queda al otro lado del filtro? Aquí les van dos de las soluciones que he empleado para resolver esta situación.
1. Dulce de zanahoria: Medir con una taza la cantidad de zanahoria molida con que contamos y colocarla en una cazuela de fondo grueso añadiéndole igual cantidad de azúcar (preferiblemente morena). Incorporar especies a gusto como unas ramas de canela, anís y nuez moscada. Colocar a fuego moderado hasta que el azúcar se caramelice y se gaste todo el líquido. Refrescar, colocar en la nevera y servir. Si se desea puede reducirse la cantidad de azúcar.
2. Albóndigas con zanahoria: A tu receta favorita de albóndigas añádale, luego de preparar la mezcla, los restos de la zanahoria molida. Mezcla bien. Continua con el procedimiento normal de preparación. Comprobarás que obtienes una mayor cantidad de producto y notarás un cambio de sabor que te favorecerá con un toque dulzón muy agradable. Asimismo estarás incorporando un mayor valor nutricional a tu receta.
Estas dos soluciones constituyen una forma de aprovechar al máximo esta maravilla de la naturaleza que tan importante es para nuestra nutrición, para la prevención de múltiples enfermedades e inclusive para el cuidado de la piel.