En la cima del cielo
Héctor Eduardo Reglero, a quien conocemos como Ricardo Montaner, nació el 18 de septiembre de 1957, en Buenos Aires. Es Virgo. Su infancia la pasó en una pensión, apretujado, con un baño bastante alejado de su pieza. A los 7 años vino el traslado de su familia a Venezuela, la separación de sus amados abuelos, de su perro, de sus amigos. Todo un trauma.
Primero Caracas, luego Maracaibo. Nuevo traslado, tantos cambios consiguen que Héctor se vuelva un niño tímido y vergonzoso. Busca refugio primero en los deportes, luego en la música, como baterista en la banda escolar. Un día falta el cantante, Héctor lo reemplaza, y ese día descubre que puede comunicarse con una canción. Compone su primer tema en la playa, en medio de un retiro espiritual.
Al salir de la escuela, cursa la carrera de periodismo que deja trunca a los 18 años para dedicarse de lleno a la música. Ese es un año de cambios en su vida. Nace su primogénito y Héctor -aún no es Ricardo- se casa con Ana Vaz. El matrimonio dura una década, se separan en 1986, han tenido dos hijos Alejandro Manuel y Héctor Eduardo. Para entonces el cantante ya se ha hecho de fama y el nombre es lo único que lo incomoda. Así nace Ricardo Montaner.
Un par de años después de su divorcio, Ricardo conoce a la cineasta venezolana Marlene Rodríguez. En 1989 se casan, en la playa, descalzos, rodeados de amigos. Tendrán tres hijos Ricardo Andrés, Mauricio Sebastián y Eva Luna. Junto a Marlene, el cantante no sólo forma una familia. Ambos dirigen la fundación Los Hijos del Sol, una agencia que promueve proyectos en beneficio de la niñez.
Para mantener sus obras de beneficencia, el cantante tiene a su haber una lucrativa carrera musical con innumerables discos y no menos premios. En 1991 recibe un ACE como Revelación del Año. En 1992 gana el Billboard Latino como Cantante del Año. En Venezuela ha sido merecedor de varios Meridianos de Oro. En Viña del Mar se ha llevado todos los premios que el Festival puede otorgar: la Antorcha de Plata, La Antorcha de Oro y la Gaviota. Aparte, ha sido el único extranjero que ha conducido ese evento.
Entre la filantropía, su familia y la música, a Ricardo no le ha interesado incursionar en otros campos. En los 80's probó suerte interpretando a un médico en la telenovela venezolana Niña Bonita, pero ahí murió su carrera de actor. Hizo una aparición especial, representándose a si mismo, en Betty La Fea. Hazaña que repitió este año en La Fea más Bella. Sin embargo, Montaner y las telenovelas están muy unidos. Ha escrito e interpretado los temas de culebrones venezolanos, argentinos y mexicanos. Ahora mismo lo escuchamos cantando sobre los créditos de Heridas de Amor.
Ricardo Montaner ha cosechado fama y fortuna, pero también ha pasado sustos. En 1995, de regreso de una gira, fue secuestrado por seis individuos que lo llevaron a un descampado en su camioneta. La intención de los malhechores era que el cantante los llevara su casa para desvalijarla. Ricardo, con gran presencia de ánimo, los convenció de que su casa estaba tan protegida que les seria imposible robarla. Después de catorce horas de cautiverio, lo dejaron ir.
En su vida personal Ricardo Montaner es metódico y sigue reglas. Se levanta muy temprano, antes de las siete de la mañana. Para componer se aleja del mundo, se viste de blanco que dice lo ayuda espiritualmente y tiene lugares específicos de creación: la playa en el verano; junto a la chimenea en invierno y en las temporadas intermedias escribe sus canciones en su hamaca.