Recreo: normas básicas de comportamiento que ayudarán a tu hijo
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Según los expertos, el recreo provee a los niños un tiempo discrecional y oportunidades de participar en actividades físicas que les ayudan a desarrollar un cuerpo sano.
Este tiempo libre también permite a niños de primaria practicar habilidades de vida como la resolución de conflictos, la cooperación, el respeto por las reglas, turnarse, compartir, utilizar el lenguaje para comunicarse y la resolución de problemas en situaciones reales. Además, podría facilitar mayor atención y enfoque en el aprendizaje en el programa académico.
Aquí te brindo algunas normas básicas que pueden ayudar a tu hijo:
- Actuar con naturalidad: Transmitir que no intente aparentar nada, porque se notará y podría despertar mayor desconfianza en los demás. Es el momento ideal para mostrarnos como realmente somos (con nuestras fortalezas y debilidades) sin ocultar nada. ¡Todos somos valiosos!
- Transmitirles habilidades para participar en las conversaciones: Al ser una interacción no estructurada, deberán manejarse con mayor autonomía durante las conversaciones. Enseñémosles a utilizar con frecuencia frases como: perdón, lo siento, gracias, hola, yo necesito, yo me siento, con permiso. Esto le permitirá una mejor interacción con los otros, con mayor amabilidad en el trato con los demás. ¡A practicarlo en casa!
- Enseñarles a responder a bromas y comportamientos sociales no deseados: Los niños son “vulnerables” a las burlas y el acoso, tanto físico como verbal durante el recreo. ¿Quién no ha sido víctima de alguna burla?
Como padres debemos transmitirles algunos mecanismos de adaptación, y manejos de la asertividad para hacer frente a las burlas, evitando que le puedan generar o provocar explosiones de ira en algún momento después del evento.
- Poner en práctica la empatía: En palabras de Howard Gardner, la empatía es la capacidad cognitiva de sentir en un contexto común lo que otro individuo puede percibir; es la habilidad para entender las necesidades, sentimientos y problemas de los demás, poniéndose en su lugar, y responder correctamente a sus reacciones emocionales. Aprovecha cada ocasión que tengas para mostrarles explícitamente con ejemplos diarios o aquí te brindamos actividades que puedes compartir junto a ellos.
- Prepararlos para saber perder: Siempre en el recreo aparecen los juegos competitivos con sus respectivos resultados (ganar o perder).
Los adultos debemos transmitir poco a poco esta regla de oro: saber perder expresando de manera positiva, todas las emociones negativas que pueden estar adentro.
- Respetar las normas: En este espacio físico—a diferencia del aula—las reglas no están escritas y visibles en el momento de salir al recreo, pero hay que conocerlas y cumplirlas. Por lo tanto, debemos conversar con ellos sobre las mismas para que puedan ponerlas en práctica.
- Compartir y cooperar: No solamente debemos prestar cosas materiales, sino estar dispuestos a brindarnos al otro y poder estar al servicio de nuestros compañeros en todas las circunstancias—saber reconocer cuando el otro tiene una necesidad en la cual podemos ayudarle.
¿Listos para salir al recreo? ¡¡¡¡¡¡¡RIIIIINNNNGGGGG!!!!!!!!!