Los científicos, cuya característica más distintiva es el rigor en el método, siempre han sido escépticos respecto al conferirle propiedades antropomórficas a los animales, como es el caso de los celos. Sin embargo, el propio Charles Darwin defendía la idea de que existía una continuidad evolutiva entre los sistemas nerviosos, de modo que se impone profundizar en el asunto para saber si existen los celos en el reino animal. Veamos qué responde la ciencia.
¿Qué son los celos?

Antes de analizar la posible existencia de los celos en el reino animal es importante precisar qué son los celos y cuáles son sus bases. El celo es un sentimiento irracional de molestia ante las muestras de atención hacia otro individuo por parte de un ser que se estima. Como es obvio, la complejidad de este sentimiento exige que en el individuo celoso haya un aparato cognitivo altamente sofisticado, capaz de incluir un elevado nivel de autoconsciencia.
Empero, la base de los celos son la ira y el miedo, y estos dos sentimientos sí son encontrados en el reino animal. Ello nos indica que, aunque no de la manera exacta en que lo hacen los humanos, los animales podrían tener vivencias cercanas a esta que, en el proceso evolutivo, se han ido desarrollando hasta alcanzar el nivel complejo nuestro.
La mente de los animales

En la mente de todos los animales socializados podemos encontrar emociones básicas y emociones secundarias. Si bien las primeras, el miedo, por ejemplo, garantizan la supervivencia inmediata de la especie, las secundarias permiten mantener estable la estructura de la comunidad, como la empatía. Los celos formarían parte del segundo grupo emocional.
Los estudios han probado que las emociones básicas se encuentran localizadas en las mismas áreas cerebrales en el reino animal. Sin embargo, las secundarias aparecen distribuidas irregularmente, usando distintas conectividades.
Ahora bien, en los mamíferos sí se mantiene la misma estructura mental en sentido general. No hay razón entonces para pensar que en estos no se produzcan emociones similares a las del celo humano.
Funciones de los celos en el reino animal
Los celos podrían tener una función muy importante para las especies socializadas del reino animal. Recordemos que se trata de un fenómeno que discurre en el ámbito de las interacciones entre individuos, ya sea en el orden sexual, paternal o amistoso. Cualquiera de estas áreas es vital en el desarrollo evolutivo y en la supervivencia de las especies.
Los animales que viven en comunidades establecen fuertes vínculos, la mayoría de las veces con reglas fijas de jerarquía. Dentro de este mundo, las alianzas pueden ser un mecanismo poderoso, ya sea para cazar o simplemente para tener dominio dentro del grupo.
Al mismo tiempo, es importante tener una alta sensibilidad cuando estas alianzas se ven amenazadas, que es justamente lo que le sucede al individuo celoso, detecta una amenaza de que su relación con el otro miembro de la comunidad pueda verse comprometida. Esto, sin dudas, es una herramienta evolutiva de mucha utilidad.
Es muy simple decir que los celos se producen de igual manera en los animales y los humanos, pero negar la existencia de estos mecanismos a otro nivel sería como imaginar que han surgido súbitamente en el ser humano, cuando todo estudio señala una continuidad en el desarrollo mental de todos los organismos del reino animal.
Los celos son otro recurso social que ayuda a los animales superiores a organizar sus conductas, fortaleciendo las posibilidades de adaptación a las difíciles condiciones del entorno. Una vez más elogiemos con admiración la sabiduría de la naturaleza.
Interesante, ¿no lo crees? ¿Tú qué opinas al respecto?