Entre todos los grupos sociales del planeta hay uno que ha tenido una historia muy dramática: la etnia de los gitanos. Rechazados por todos desde tiempos inmemoriales, han deambulado por el mundo sin rumbo fijo, de tal suerte que en la actualidad andan dispersos. Se tejen diversas fantasías sobre su procedencia.
Y aunque parezca increíble, hasta hace unos años no se sabía a ciencia cierta de qué país emigró todo ese gran pueblo que se ha dado en llamar a sí mismo los romaníes y que, aun sin tener nación propia, mantiene dos características que los unen: un mismo lenguaje y el apego a la familia.
Hoy, sin embargo, ya conocemos cuál es el origen de los gitanos.

Quiénes son los gitanos
Se les puede encontrar en muchos países de Europa, aunque también los hay en otras partes del mundo, pero en menor proporción. Son el pueblo gitano y se estima que hay unos 11 millones viviendo en todo el planeta.
A los gitanos se les reconoce a simple vista por sus patrones culturales, la ropa, el idioma y sus hábitos, más que por elementos físicos.
Mantienen una vida comunitaria y de gran organización familiar, con un respeto marcado por las tradiciones, por el valor de la palabra. Y aunque en otras épocas fueron un pueblo nómada, lo cierto es que terminaron por asentarse en las zonas a donde llegaron.
Más de allá de las influencias lingüísticas de cada región, hablan el romaní, una lengua indoeuropea proveniente del sánscrito. Esto hizo que sonaran las alarmas de los lingüistas y antropólogos respecto a su verdadero origen.

Origen de los gitanos
El término gitano proviene del vocablo ‘egiptano’. Y es que durante mucho tiempo se creyó que el pueblo romaní era originario de Egipto por el color oscuro de su piel y cabello.
Sin embargo, a través de estudios lingüísticos, antropológicos y genéticos se ha podido comprobar que los gitanos provienen del noroeste de la India y que la oleada migratoria comenzó hace aproximadamente 1500 años.
Las razones por las cuales se marcharon de sus pueblos natales y no regresaron nunca más aún están por determinarse.
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Emigración de los gitanos por el mundo
Al parecer, después de abandonar la India los gitanos siguieron su recorrido desde Persia, pasando por todo el Medio Oriente, hasta llegar a los Balcanes.
De allí se fueron dispersando por toda Europa a partir del siglo VI hasta alcanzar la península ibérica en el XVI.
Sobra decir que fueron recibidos de muy mal talante. De ser seres exóticos que viajaban como nómadas y tenían habilidades con los caballos, pasaron a ser vistos como amenazas para la estabilidad de villas y ciudades.
Lamentablemente, a lo largo de los siglos se crearon muchos prejuicios –a veces injustos, otras no tanto– que llevaron a la gente a rechazarlos y segregarlos como pueblo.
Ya en el siglo XX, durante la etapa fascista, se produjo un exterminio sistemático de gitanos en muchos países europeos que a la larga provocó una mayor discriminación y su marginalización.
Realidad de los gitanos en la actualidad
Según los estudiosos de las etnias del planeta, los gitanos no solo siguen siendo discriminados, sino que representan la minoría más marginada en el continente europeo.
Ya sea en Francia e Italia, como en Rumania y Bulgaria (países donde hay las mayores concentraciones de gitanos en Europa), este pueblo sufre desalojos forzosos, además de que no se les aplican las mismas leyes de libre circulación dentro de la Unión Europea (UE) que funcionan para el resto de la gente.
Una de las razones es que todavía subsiste el estereotipo de que son nómadas y errantes en caravanas, cuando en realidad ya no lo son; la mayoría de los gitanos se ha establecido hace muchos años a lo largo del mundo.
Algunos de los grupos gitanos han pedido a la UE que haga valer sus políticas ante gobiernos que las ignoran flagrantemente.
Las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales también han comenzado a presionar a distintos gobiernos para que rescindan sus políticas exclusivas y permitan a los gitanos la igualdad de derechos.
Y es que si analizamos bien el asunto, primero, más allá de actos individuales de sujetos inescrupulosos (que los hay en todas las etnias y grupos sociales), no podemos como especie discriminar a todo un pueblo, basados en prejuicios y estereotipos que se formaron a lo largo de la historia.
Segundo, aunque los gitanos provienen históricamente del noroeste de la India, siglos de emigración los han llevado a integrarse a los distintos países, especialmente los europeos, de tal forma que se puede decir que pertenecen también a estos lugares.
Ahora con argumentos científicos, podemos asegurar que los gitanos actuales provienen tanto de los indios como de los europeos.
Los gitanos, como el resto de los pueblos, son parte de este crisol de culturas que conforman la humanidad, y eso es algo que debemos defender si queremos seguir siendo un planeta tan rico y diverso.
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