Cuando comenzamos a mirar lo mucho que sabemos del Sistema Solar, solo podemos llegar a una conclusión, que no conocemos demasiado, la verdad. Y uno de los grandes misterios es la creación de los grandes planetas gaseosos. Por eso hoy miramos cómo se formó Urano, o cómo creemos que se pudo formar.
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El modelo de acreción del núcleo

Se considera que los planetas rocosos se forman a raíz de acreción de material que la estrella anfitriona y el viento solar que provoca va expulsando. Así es como se crean también los comentas, las lunas, los asteroides...
Esta teoría no combina bien con la formación de mundos gaseosos, como el caso de Urano. Sin embargo, se considera que este planeta tiene un núcleo rocoso más allá de su extensa atmósfera, por lo que es posible que inicialmente sí que comenzase su creación de esta forma. Después iría atrayendo el hidrógeno (H), helio (He) y metano de sus gases.
Sin embargo, no se puede confirmar que este hecho sucediese así. Pero tal vez en breve, gracias al lanzamiento de CHEOPS, un satélite de la ESA que estudiará los tamaños de los grandes planetas podría arrojar luz sobre la creación de Urano, Neptuno e incluso las supertierras.
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Más teorías que podrían explicar cómo se formó Urano

A día de hoy existen otras teorías que tratan de explicar la formación de los planetas gaseosos. Una muy aceptada que corrige los problemas de la acreción del núcleo es el modelo de disco inestable.
Según el citado modelo, los cúmulos de polvo y gas se acumulan en el sistema solar temprano y con el paso del tiempo se van compactando hasta formar los planetas gaseosos de forma más veloz que los rocosos. Además, también estabilizan sus órbitas con mayor rapidez.
En este sentido se encuentra también la teoría de la acreción de guijarros. En este caso se han encontrado que con este modelo los planetas gigantes se forman hasta 1000 veces más rápido de lo que se pensaba. Con este método, los componentes más ligeros son atraídos muy rápidamente hacia sus atmósferas a través de la unión de millones de pequeños guijarros.
Por último encontramos el Modelo Bello (ya que fue discutido en París, una de las ciudades más bonitas del mundo). En este caso estiman que los planetas gaseosos estaban inicialmente más cercanos al Sol y migraron hacia sus órbitas actuales expulsando material hasta formar el actual Cinturón de Kuiper.
Lo que sí se cree con cierta certeza es que originariamente Urano debió chocar con un protoplaneta del tamaño de la Tierra, de ahí que está inclinado en su lado, con un polo apuntando hacia el Sol durante la mitad del año. Tal vez en el impacto perdió parte de su masa, por lo que hoy es el más pequeño de los de su especie en el Sistema Solar.
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